Gol en propia puerta

Tan felices que se las prometían los de la candidatura de Arnaldo Otegi (aunque la encabece Alfonso Sastre) con los tantos que le estaban marcando al Estado, previo regate de las Instituciones y sin poder ser alcanzados por el aguerrido lateral (izquierdo, por supuesto) Rubalcaba. El partido, pensaban, estaba ganado y van estos «internacionalistas de los pueblos» y se meten un gol en propia puerta. Vaya ridículo. ¿Cómo se les ha podido pasar a unos individuos tan listos, que en la intimidad se deben atribuir el descubrimiento del pararrayos, la penicilina e, incluso, la rueda, que los plazos que marca la ley también corrían para ellos? Debían pensar que la decisión del Tribunal Constitucional, de la que espero no se tengan que arrepentir nunca los que la tomaron, les había abierto el camino para, no sólo mofarse de las Instituciones, sino para que se les dieran todo tipo de facilidades hasta llegar al Parlamento Europeo y allí lanzar sus proclamas. La candidatura de Otegi no tiene el Censo Electoral y, por lo tanto, si alguno de ustedes recibe en su casa propaganda de esta formación deberá preguntarse cómo han logrado su nombre y la dirección del domicilio. No digo que vaya a ocurrir pero habrá que estar atentos porque alguien les vio ayer muy afanados en la confección de la publicidad electoral. Lo que ocurre en torno a esta lista es un auténtico despropósito. Desde el lanzamiento mediático de la denuncia de su existencia (sobradamente conocida), que les ha permitido hacer gratis media campaña, hasta el apadrinamiento de Otegi. Menos mal que se han metido un gol en propia puerta pero habría que hacer algo ya para ganar el partido.