Estados Unidos

Granados comparecerá el viernes en la Asamblea para hablar de «vigilancia»

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, comparecerá a petición propia en la Asamblea el próximo viernes, 30 de enero, con motivo del supuesto caso de espionaje en la Comunidad de Madrid desvelado por «El País», han asegurado a Efe fuentes parlamentarias.
La comparecencia se ha aprobado hoy en la Diputación Permanente de la Cámara con los votos a favor del PP y el PSOE y la abstención de IU, que ha pronosticado que la sesión no servirá para «entrar en el fondo del asunto», ya que Granados ha solicitado comparecer para informar sobre cómo su Consejería «ejerce dentro de sus competencias las funciones relativas a la vigilancia y protección de sus edificios e instalaciones».
El consejero no comparecerá ante el pleno -como exigían el PSOE e IU-, sino en una sesión extraordinaria de la Comisión de Presidencia, Justicia e Interior, en cuyo orden del día se ha incluido por unanimidad que también dé explicaciones sobre su gestión de la nevada que cayó en Madrid el pasado 9 de enero.
La portavoz de IU, Inés Sabanés, ha advertido de que una comparecencia de Granados para «explicar cómo funciona su Consejería» sería una «tomadura de pelo», mientras que el portavoz del PP, David Pérez, ha sostenido que es una «práctica totalitaria aborrecible exigir a alguien a quien se le imputan acusaciones no demostradas que demuestre su inocencia».
Por su parte, la portavoz del PSOE, Maru Menéndez, ha citado una de las célebres frases del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, para transmitir a los ‘populares' que los socialistas están «dispuestos a tenderles la mano, si abren el puño» en este asunto.
Menéndez ha aseverado que su grupo va a hacer del esclarecimiento de los hechos «toda la prioridad de su acción política», por considerar que los «recursos públicos no pueden utilizarse en ningún caso para actuaciones ilegales».
Durante el debate en la Diputación Permanente, el ‘popular' David Pérez ha hecho hincapié en que el Gobierno de la Comunidad de Madrid es el «primer interesado en que se sepa qué hay detrás de este montaje» y en que «por ahora lo que ha sido demostrado es que el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha sido espiado».
«A lo mejor nos llevamos una sorpresa y hay algo muy distinto de lo que ustedes quieren dar a entender», les ha dicho Pérez a las portavoces de la oposición, tras subrayar que «hay medios que empiezan a hablar de la mano del señor Rubalcaba».
Pérez ha aseverado que el PSOE es el «partido del espionaje» y ha hecho referencia a que «miembros del CNI vigilaron el domicilio de (Manuel) Pizarro», a que el PSOE ha «espiado teléfonos de sus diputados» en la Asamblea y a que un vicepresidente socialista «dimitió por espiar al Rey».
Inés Sabanés ha vuelto a pedir el «cese» de Granados y ha argumentado que, «si es responsable de crear un equipo espionaje con fondos públicos, tendrá responsabilidad judicial», y que «si no se ha enterado es igualmente responsable políticamente».
«Los hechos graves no pueden ocultarse debajo de las alfombras. Han de afrontarse hasta el fondo. Las algaradas del señor Güemes no sirven, ni sirve matar al mensajero. Señor Pérez, usted sabe y calla; nosotros queremos saber», le ha replicado Sabanés al portavoz del PP.
También la socialista Maru Menéndez ha criticado que la reacción del Gobierno de Esperanza Aguirre al supuesto caso de espionaje haya sido «matar al mensajero» y «amenazar a todos los que dan crédito a esta guerra sucia».
Al igual que IU, el grupo socialista ha vuelto a exigir la creación de una comisión de investigación parlamentaria, además de «asunción de responsabilidades políticas por parte del Gobierno regional», la «disolución de esa estructura parapolicial» y la «destrucción de la documentación que obre en su poder».
Menéndez ha afirmado que el PP concurrió a las elecciones en Madrid con el lema «confianza» y que «hoy ha perdido todo su crédito»; y ha concluido que la «única gran mentira es la del Gobierno de Esperanza Aguirre, que tanto habla de libertad y que tan bajo ha caído».