Feria de Valencia

Hermoso de Mendoza y Sergio Galán revolucionan Pamplona

Los rejoneadores, Pablo Hermoso de Mendoza (i) y Sergio Galán (d), salen a hombros durante la corrida de rejones de la Feria de San Fermín
Los rejoneadores, Pablo Hermoso de Mendoza (i) y Sergio Galán (d), salen a hombros durante la corrida de rejones de la Feria de San Fermínlarazon

El rejoneador navarro ha culminado una de sus mejores tardes, frente a un desigual encierro de Bohórquez. Aunó la capacidad de asimilación con la más alta expresión artística. Hermoso (oreja y dos orejas y rabo) no tiene límites; cada éxito está más elaborado y sentido en el espíritu. Disfruta más que nadie y hace gozar a sus caballos, perfectamente domados. La labor en su primero, inteligente y valerosa, exenta de frivolidades, fue un ejemplo de sobriedad, valor y buen toreo. Faena de gran bellezaLa del quinto tuvo, además, un regodeo artístico que acalambró a los espectadores. Fue una belleza muy lejos de aquel «número del caballito» que se decía antaño. Hubo toreo, incluso por naturales.A Sergio Galán (palmas y dos orejas), por culpa del mal estado del piso, le hirieron dos caballos. Se repuso y en el sexto, con el genio propio de la juventud, superó la tarde con espectaculares quiebros y armonía en el hacer. No rompió su racha en Pamplona y mantuvo el estandarte en alto.El portugués Joao Salgueiro (palmas en ambos) falló con los aceros aunque su actuación tuviera la clásica maestría de los caballeros lusitanos. Debe ejercitar más con el rejón de muerte.