Ilusiones intactas

Este equipo funciona. Tiene fallos, claro, pero funciona y sigue vivo en las tres competiciones. Es una pena que David Albelda, todavía valencianista, no pueda venir hasta final de temporada, pero pueden imaginar mi alegría por la marcha de Maniche, al que le deseo lo mejor, pero lo más lejos posible del Vicente Calderón.

El fichaje de esta temporada, sin duda, es Diego Forlán. Contra el Valladolid pudo sentenciar la eliminatoria pero los postes tambien juegan. La segunda parte ya fue otra cosa. Hubo momentos en el que el «fantasma» del Atleti de siempre recorrió la grada como un escalofrío. Pero «meigas fora» que este año nuevo tiene que ser para disfrutar. Sufriendo un poquito para no perder del todo nuestra idiosincrasia, pero sólo un poquito. Con media Liga por delante y toda la fase final de la UEFA no se puede renunciar a nada, y los tropiezos hay que superarlos y no bajar los brazos como en temporadas anteriores. Los brazos, que los bajen otros. El Atlético tiene que volver a ser con el Madrid y el Barça lo que históricamente (me refiero a la historia antigua, claro) fue: un grande del fútbol español.