«Impulso a la investigación biomédica contra la crisis»

En un delicado momento para la economía española hay que reconocer gestos que contribuyan a que nuestro país se apoye en algo más que la construcción para avanzar. Esta semana, la industria farmacéutica, representada por su patronal, Farmaindustria, ratificó un compromiso valiente -le echó un «cable» al Gobierno, de paso- con su pretensión de invertir 3.600 millones de euros en los próximos tres años en materia de Investigación, desarrollo e innovación, el famoso I+D+i. Ahora que todos hablan de cambiar un modelo de crecimiento fructífero, pero limitado, hacia un esquema que haga a nuestro país más competitivo, compromisos como éste son de valorar. Más aún porque la industria prevé mantener y mejorar el empleo de sus 38.000 trabajadores directos, de los que un 10 por ciento están inmersos en áreas de investigación. Tras su reunión con el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, Jesús Acebillo, presidente de Farmaindustria, recalcó que las compañías prestarán especial atención a su política de recursos humanos, sobre todo en los referente al empleo en la mujer, los contratos indefinidos y la contratación de titulados superiores. La idea es que se acabe con el cortoplacismo que a veces reina en nuestro país. Acebillo apuesta por «conseguir una tasa de crecimiento acumulativo de nuestros gastos en I+D del orden del 15 por ciento de media. Se trata de lograr invertir una parte creciente de nuestro volumen de negocio, contribuyendo a dar unas raíces más sólidas a nuestro sector en España». La industria del medicamento recoge el guante que le lanzó el Gobierno para intentar no hundirnos en el maremoto económico, pero -además de muchas otras medidas que se echan en falta- el Ejecutivo deberá garantizar un marco de estabilidad regulatoria para el sector. España debe convertirse en un atractivo para la investigación biomédica, mientras las compañías nacionales dan un salto hacia el exterior.