Majadahonda
«La idea era quemar el templo»
MADRID - Siete botellas con capacidad para dos litros cada una, llenas de gasolina, fijadas con cinta aislante a los aparatos de aire acondicionado del tejado y con sendas bengalas enganchadas a ellas. Un dispositivo relativamente casero pero que podría haber sido letal. No se trataba de una táctica de «comandos» en una guerra lejana, sino de un intento en toda regla de reducir a cenizas la iglesia de Santa Genoveva, en Majadahonda (Madrid), y que falló por poco. De lo contrario, lo que hoy es una parroquia que ha recobrado la normalidad sería tan sólo un puñado de rescoldos humeantes. El primero en darse cuenta de que algo iba mal fue David Benítez, el joven párroco que en un año y tres meses de labor pastoral ha logrado que sus homilías sean las más populares de toda la localidad. En la misa de once se dio cuenta de que había un fuerte olor a gasolina, por lo que al terminar investigó y acabó advirtiendo los botes con la gasolina en el tejado. Alarmado, llamó a la Policía local, que inspeccionó los techos y llamó a su vez a la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación y que al cierre de esta edición seguía buscando pistas. Benítez dice no tener ni idea de quién ha podido ser el responsable. El pasado día del Corpus se produjeron algunos incidentes durante la procesión, cuando varios individuos intentaron entorpecer su paso con cánticos e insultos, entonando la Internacional e insultando al párroco reiteradamente al grito de «fascista». Benítez, que niega que haya ningún mensaje político en su prédica, no cree que aquellos incidentes, que fueron denunciados, tengan nada que ver ahora. La Guardia Civil le ha confirmado que «no ha sido una simple gamberrada». El caso sigue abierto.
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