La izquierda obtiene en Islandia su primera mayoría absoluta

MADRID- Terremoto político en Islandia. Por primera vez desde que esta isla del Atlántico Norte obtuvo la independencia de Dinamarca en 1944, la izquierda logra la mayoría absoluta. El bloque progresista encabezado por la primera ministra, la socialdemócrata Johanna Sigurdardottir, se hizo con el 53% de los votos en las legislativas anticipadas celebradas ayer.Con el 40% de los votos escrutados, la Alianza socialdemócrata obtuvo el 32,9%, y su aliado en el Gobierno, el Movimiento de Izquierda Verde, el 19,9%. La coalición, en el Gobierno desde febrero pasado, contará con 35 de los 63 diputados del Parlamento.En cambio, el gran derrotado de la jornada fue el conservador Partido de la Independencia (PI), que se quedó con el 23%, 13 puntos menos que en 2007. Tras casi dos décadas en el poder, el PI sufrió el voto de castigo de la población por la grave crisis financiera desatada en 2008. Por su parte, el centrista Partido del Progreso cosechó el 13,8% y el Movimiento Ciudadano, surgido de las manifestaciones populares que forzaron la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones en enero, entrará en el Parlamento con el 7,3%.Sigurdardottir ya era optimista al emitir su voto: «Tenemos todo a favor en esta campaña. Creo que la gente quiere mantener la política socialdemócrata y apoya las soluciones que ofrecemos. Es el momento de que los conservadores salgan y se forme un fuerte Gobierno de izquierdas».También el gran derrotado, el candidato conservador, Bjarni Benediktsson anticipó los resultados. «Creo que está claro desde hace algunos meses que vamos a perder escaños, así que ésta es más bien una campaña defensiva para nosotros. Seguimos siendo un partido fuerte y en un futuro volveremos a recuperar lo que estamos perdiendo ahora», manifestó Benediktsson.Camino a la UEIslandia se halla inmersa en una profunda crisis económica desde que en octubre pasado el Estado tuvo que hacerse cargo de los tres principales bancos del país para evitar su bancarrota. Su moneda se ha devaluado un 50% y la inflación y el paro están por las nubes. Esto ha provocado la apertura de un debate que hace unos meses no se planteaba: el posible ingreso en la UE. Los socialdemócratas han convertido la adhesión en los Veintisiete y el euro en su principal promesa electoral.El voto de protesta benefició especialmente al Movimiento de la Izquierda Verde, el único de los grandes partidos que no ha compartido poder con los conservadores y que se ha presentado ante el electorado como crítico del neoliberalismo y la «política de la avaricia».