Terrorismo

La pistola usada en el atentado era «propiedad» del comando formado por Sánchez y Bengoa

La pistola semiautomática utilizada por uno de los tres etarras implicados en el asesinato de dos guardias civiles el pasado sábado pertenecía al comando que integraban los dos detenidos ayer, Saioa Sánchez y Asier Bengoa. Entre los 142 casquillos encontrados en el interior del Renault Clio, tercer y último coche utilizado en la huída, había varios pertenecientes al arma del crimen y a la pistola hallada en poder de Saioa Sánchez, y ese vehículo era utilizado por los dos detenidos desde antes del crimen, según informaron fuentes de la investigación. 
Según explicó el fiscal jefe de la División Antiterrorista de París, Jean-Claude Marin, los terroristas habrían estado practicando con las dos armas que se les incautaron ayer más el arma del crimen.
En el momento de su detención, Saioa Sánchez portaba una pistola semiautomática del calibre 9 milímetros Parabellum y Asier Bengoa un revólver Magnum 357, pero ninguna de estas dos armas fue utilizada en el doble asesinato, según han confirmado las pruebas de balística.
De esta forma, se mantiene la incógnita de quién pudo realizar los disparos, ya que la pistola utilizada para asesinar a los guardias puede estar en poder del tercer etarra o puede haber sido escondida por los detenidos durante su huida.
En todo caso, las fuentes consultadas aseguraron que el «comando» estaba compuesto por Sánchez y Bengoa, que disponían de un piso franco en Toulouse y del Renault Clio, al que habían colocado placas falsas. A este coche recurrieron en su huida justo después de separarse del terrorista aún fugado. En este vehículo además de los casquillos de bala han aparecido placas falsas de matrícula y tarjetas telefónicas prepago. 
El registro del piso hallado esta mañana en Toulouse ha dado un resultado negativo para las pesquisas, ya que alguien lo habría «limpiado» antes o después del atentado para no dejar pistas. Los Servicios de Información franceses han llegado hasta la vivienda por medio de distintas investigaciones ya que los detenidos en ningún momento han confesado su existencia, precisaron las fuentes. 
También se investiga si Bengoa y Sánchez pasaron por el piso franco en algún momento posterior al atentado y previo a su detención. En los momentos posteriores a los arrestos se tuvo duda de su participación en el atentado por unos billetes de tren o metro que tenían en su poder y que habían sido adquiridos en la zona de Toulouse, donde se encuentra el piso, el mismo día del atentado, y que dista cientos de kilómetros de Capbreton. Se sospecha que alguien les entregó esos billetes en mano o se los dejó en el piso para que los recogieran.
Las pesquisas apuntan también a que el etarra huido se hizo cargo del segundo Peugeot 307, el sustraído a una mujer en Haut-Mauco el mismo sábado antes de separarse de los Saioa Sánchez y Asier Bengoa. Este coche aún no ha aparecido, a pesar de la intensa búsqueda de las Fuerzas de Seguridad francesas, lo que respalda la teoría de que el terrorista fugado dispondría de una sólida infraestructura y además contaría con experiencia. Se trataría de un destacado miembro del «aparato militar» que mantenía una cita con el comando de Sánchez y Bengoa en el momento del encuentro los guardias asesinados.
Por su parte, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha confirmado que existen «pruebas de tipo biológico» que confirman «al cien por cien» que los dos presuntos etarras detenidos ayer forman parte del comando que el sábado mató a dos guardias civiles españoles en Capbreton (Francia). Sin embargo, la Fiscalía francesa pide prudencia mientas siguen las investigaciones. 
En una rueda de prensa celebrada en el Congreso, Rubalcaba ha explicado además que los detenidos se disponían a entrar en España para atentar, y de hecho ha revelado que habían hecho prácticas de tiro; «Estaban preparándose para matar», ha remarcado.
El titular de Interior ha añadido que los esfuerzos en la investigación se centran ahora en localizar al tercer integrante del comando responsable del atentado terrorista. No obstante, se ha negado a dar información sobre su posible identidad, al igual que sobre otros detalles de las indagaciones policiales respecto a los que le han preguntado los periodistas. 
«Tenemos pruebas suficientes, las últimas de tipo biológico, para confirmar que formaban parte de ese comando», ha apuntado el ministro, que ha comparecido flanqueado por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida.
Los dos supuestos terroristas capturados ayer por la Gendarmería francesa son Asier Bengoa López de Armentia y Saioa Sánchez Iturregi, los cuales son hoy interrogados en París, según Rubalcaba. 
La mujer, una de las presuntas etarras más buscadas, era ubicada por la Policía española en el «comando Vizcaya» de ETA, estaba relacionada con otro comando que operó en Santander desmantelado por las fuerzas de seguridad y podría tener relación con los explosivos y material hallado en un zulo en Amorebieta (Vizcaya) hace un año. 
El ministro ha explicado que Interior dispone de «mucha información» sobre esta «liberada» y por ello considera «de máxima relevancia» su apresamiento. 
Aunque se ha mostrado extremadamente cauteloso a la hora de ofrecer datos sobre las investigaciones, a cargo de la Gendarmería y de la Guardia Civil, Alfredo Pérez Rubalcaba sí ha verificado que esta misma mañana se disponía de una confirmación «balística» sobre la posible responsabilidad de los detenidos en el atentado.
Esta certeza ha sido avalada después «al cien por cien» por otros datos, según sus palabras.
Rubalcaba ha explicado que los dos presuntos etarras llevaban consigo una pistola y un revólver cuando ayer fueron detenidos. 
Respecto a las circunstancias del atentado, Interior sigue pensando que los etarras sospecharon por algún motivo que Raúl Centeno y Fernando Trapero eran agentes de la Guardia Civil cuando coincidieron con ellos en una cafetería de Capbreton. 
Ya fuera del establecimiento, consiguieron corroborar que eran guardias civiles y decidieron matarlos «a sangre fría», en palabras del máximo responsable de Interior, quien ha evitado aventurar explicaciones al hecho de que, por vez primera en muchos años, ETA haya cometido asesinatos en territorio galo. 
Tampoco ha querido confirmar si el tercer integrante del comando ya ha sido identificado y mucho menos si se trata del dirigente etarra Mikel Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», siempre invocando la necesaria discreción que ha de acompañar a las pesquisas policiales.
No obstante, ha asegurado a los periodistas: «El tercero también caerá».
El ministro ha ofrecido la conferencia de prensa en el Congreso aprovechando su asistencia a la conmemoración institucional del XXIX aniversario de la Constitución. 
Ha comenzado su comparecencia haciendo hincapié en que los agentes Centeno y Trapero «han dado su vida por defender nuestra libertad y seguridad, es decir, nuestra norma constitucional».
También ha subrayado el valor de la cooperación antiterrorista con Francia que a su juicio «marca muy bien» y ha contado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hablaron anoche «largo y tendido» sobre esta colaboración. 
El Ministerio francés del Interior también ha confirmado que los dos etarras detenidos ayer en Lozre participaron en el atentado de Capbreton que acabó con la vida de dos guardias civiles el pasado sábado 1 de diciembre, según informa el ministerio en un comunicado.
«Un conjunto de índices concordantes (similitud física, elementos balísticos y restos de ADN), permiten concluir que la pareja detenida ayer miércoles en Lozre participó en los homicidios de los dos guardias civiles españoles», indica el texto del Ministerio.
La ministra del Interior, Michle Alliot-Marie, felicita «calurosamente a las fuerzas del orden por su eficacia y por la rapidez de las labores de investigación que han llevado a cabo». 
Alliot-Marie recibirá en la sede de su departamento, situado en la parisina plaza Beauvau, al conjunto de los servicios de gendarmería y policía que han permitido detener a los dos etarras. El Ministerio agrega que continúan las pesquisas para encontrar al tercer hombre que participó en el atentado.
Según las últimas investigaciones, Saioa Sánchez y Asier Bengoa hicieron poco antes de ser arrestados por los gendames franceses un trayecto de media hora en taxi que les costó 49 euros y durante el cual apenas cruzaron una palabra.
La compañía de taxis Bruel recibió ayer a las 10.30 horas una llamada del hotel Comercio, situado en la localidad de Mende, para llevar hasta Habitarelle, en Chteauneuf-de-Randon, a unos clientes que llegaron el día anterior al hotel.
El taxista Thierry Bruel se encargó de ir a buscarlos y los encontró esperando en la terraza del hotel. Sin pronunciar una palabra se sientan en el asiento trasero del coche con su equipaje en la mano, según narra el taxista al diario 'Midi Libre'. 
Durante la media hora que duró aproximadamente el trayecto la pareja permanece callada y se limita a contemplar el paisaje montañoso de Margeride. "«ólo murmuraron algunas palabras», recuerda el taxista, que también pone de relieve que la mujer parecía haberse cortado el pelo de manera rudimentaria con unas tijeras.
El taxi llegó a su destino sobre las 11.30 horas y Thierry Bruel preguntó a sus clientes dónde querían bajarse. Ninguno de los dos respondió y sólo después de echar un vistazo a la zona le pidieron dar media vuelta y dejarles en la parada de autobús.
Los terroristas pagaron 49 euros y se dirigieron hacia el hotel La Poste, donde la mujer preguntó cómo llegar hasta el pueblo de Puy-en-Velay, en el departamento del Alto Loira. «Ella era más bien amable y el hombre no pronunció palabra», relata Anne-Marie Laurens, responsable del establecimiento. 
Thierry Bruel regresa a Mende algo intrigado y llega a decirle a su mujer, en tono de broma, si no serían «los españoles de ETA». Al rato, la policía le llama por teléfono para que les cuente la carrera. 
Sin embargo, la Justicia francesa considera que existen diferentes elementos para vincular a los dos presuntos etarras detenidos ayer con el atentado del pasado 1 de diciembre en Capbreton, pero pide prudencia mientas siguen las investigaciones, según dijo hoy el fiscal jefe de París, Jean-Claude Marin.
«Hay que tener prudencia para tratar todos los elementos de esta investigación, aunque hay probabilidades de que sean responsables del asesinato», dijo Marín en una rueda de prensa en París.
El fiscal hizo un resumen de las pesquisas sobre el atentado en el que murieron dos guardias civiles españoles y manifestó que la investigación por ese crimen es independiente de la que se lleva a cabo por el intento de robo de un coche que condujo a la detención de los etarras.
Por el momento, el fiscal identificó al hombre detenido como Asier Bengoa, mientras que en el caso de la mujer da el nombre de Amaya Alonso y eludió confirmar que se trata de Saioa Sánchez como apuntan fuentes españolas.