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Las «otras mitades» del G-8

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Las «otras mitades» del G-8larazon

l¿Aquila- La cumbre para las esposas de los hombres más poderosos del planeta está siendo más pintoresca que nunca. En primer lugar, porque el país anfitrión no consta de «la otra mitad», pues Veronica Lario está en pleno trámite de divorcio con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. De hecho, quienes ayer pasearon con las «primeras damas» por las zonas devastadas por el terremoto en L¿Aquila fueron dos ministras del Gobierno de «Il Cavaliere». En segundo lugar, porque Michelle Obama, al igual que su marido, también levanta pasiones. Mientras ella se preocupa por los niños que perdieron su hogar a causa de la tragedia, los expertos sobre moda hablan de sus bailarinas, su falda amarilla por encima de la cintura y su «sorprendente» recogido hacia atrás. «Michelle crea tendencia», reconocen. Pese a que hay algunas ausencias, como la del único «primer esposo», Joachim Sauer, y la de Sonsoles Espinosa, mujer de Zapatero, la mayoría de las damas irradiaban felicidad. De hecho, Sarah, la mujer de Gordon Brown, -ante la que podría ser su última cumbre- escribe ilusionada todo lo que ha visitado y a quién ha conocido en su blog, e incluso adjunta fotos. Curioso es el caso del presidente de Suráfrica, Jacob Zuma. Casado con tres mujeres, en su toma de posesión juró al lado de Sizakele Khumalo, a quien conoce desde hace 50 años y que es toda una institución en el país. Sin embargo, su «otra mitad» de cara a la comunidad internacional es la joven Nompumelelo Ntuli, de 34 años.