Zaragoza

Más de 200 genes en interacción pueden provocar la obesidad

La obesidad es la patología que más abunda en las ciudades industrializadas, una enfermedad que tiene componentes genéticos y ambientales, y que no es fruto de un solo gen ya que más de doscientos en interacción pueden provocarla. Así lo ha puesto de manifiesto el doctor José María Ordovás, director del Laboratorio de Genómica y Nutrición de la Universidad estadounidense de Tufts, durante su participación en el 51º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) que reúne en Zaragoza a cerca de 1.000 expertos en estas materias. Ordovás, quien ha disertado sobre la obesidad y sus riesgos cardiometabólicos, ha subrayado la necesidad de pasar de «reparar» el problema de la obesidad a evitarlo.

Para conseguirlo, «hay que analizar tanto la genética humana como los condicionantes ambientales» ya que son «los dos aspectos que, casi siempre combinados, provocan la obesidad». A juicio del científico, el saber qué dieta necesita cada individuo es fundamental pero se trata de «una tarea compleja» porque «no hay un gen para la obesidad» sino que han descubierto que «más de 200 genes en interacción pueden provocar esa enfermedad». En este sentido, ha destacado que gracias a la tecnología por primera vez se puede contemplar el genoma humano «de un sólo vistazo». Ordovás ha abogado asimismo por la dieta mediterránea como una de las salidas a la obesidad. Productos locales, frescos como pescados y carnes, y mucha verdura son los ingredientes que «combinados hacen sonar bien la sinfonía» y evitan esta patología que no es sólo estética sino que conlleva otras consecuencias en la salud como diabetes, osteoporosis o cáncer, ha apuntado el científico.