Mayor llama a cambiar el rumbo de España el 7-J

Segundo cara a cara en Antena 3 entre el candidato del PSOE y el del PP, Juan Fernando López Aguilar y Jaime Mayor Oreja, respectivamente. Los estrategas electorales de los dos partidos dan una importancia trascendental a esta semana de campaña, ya que la participación y la movilización determinarán el resultado en las urnas. Y una y otra se decidirán en la recta final.

Tampoco esta vez hubo grandes novedades sobre el guión previsto: el socialista se aferró a aventar el fantasma de la derecha, de sus recetas del pasado y de sus supuestos recortes sociales, mientras que el popular dedicó toda su munición a desmontar las «mentiras» de los eslóganes socialistas sobre que el PP implantará la jornada de 65 horas (los populares votaron en contra en el Parlamento Europeo), facilitará los despidos, desprotegerá a los parados... «Dígame si ha mentido en la carta que ha mandado a todos los españoles», le espetó en varias ocasiones Mayor.

La estrategia del candidato del PP siguió teniendo como eje la crítica a la gestión del Gobierno de Rodríguez Zapatero, pero en vez de colocar tanto el acento en la cifra de los 4 millones de parados, como en el primer debate, también hizo un amago de entrar en el terreno de las propuestas. Presentó cinco en materia económica: una reforma educativa, austeridad en todas las Administraciones Públicas, recuperar la unidad de mercado, desastacar el plan sobre la crisis financiera –medio pactado por Pedro Solbes con el principal partido de la oposición, y que el Gobierno ha congelado hasta que pasen las elecciones–, y un acuerdo para la empleabilidad. También abogó por un proyecto de reformas, por ejemplo, en energía, agua y transporte.

López Aguilar se escudó en la teoría de responsabilizar a la derecha europea de la crisis y en caricaturizar a su contrincante como un político antiguo y conservador en materia de principios y valores. Por supuesto que apeló a tópicos de su argumentario como el cambio del modelo productivo, la innovación, el futuro verde... Y no dejó de utilizar el aborto o la polémica sobre el Falcom como un arma arrojadiza. «Ustedes tienen una doble moral. En materia de aborto está en una posición de antes de la ley del 83, criminaliza cualquier interrupción voluntaria del aborto».

«Y ustedes quieren convertir una tragedia en un derecho. Es una aberración decir que quien va a nacer no es un ser humano y de ahí se pasa a defender que una menor de 16 años pueda abortar sin el consentimiento de sus padres», le contestó el candidato popular, antes de precisar que «la pederastia es lo que más repugnancia le produce». Acusó al socialista de mentir cuando éste le imputó haber dicho que ese delito es más criminal que el aborto.

Ante los ataques más personales del socialista,sacó a relucir lo peor de la etapa socialista, aderezándola con reproches sobre la negativa del PSOE a asumir responsabilidades después de cinco años de gobierno. «En mi etapa como ministro nadie robó en el Ministerio del Interior, nadie fue procesado por crímenes de Estado y nadie filtró secretos de sumarios», le echó en cara.

Europa estuvo más presente que en el anterior «cara a cara», aunque las polémicas nacionales dominaran. Pero también en esta materia se miró más al pasado que al futuro. De hecho, los dos políticos se enzarzaron en un duro rifirrafe sobre las negociaciones de los fondos europeos, en el que el socialista, por cierto, se lio con las fechas de las distintas negociaciones mantenidas en la UE. Jaime Mayor le reprochó que llevase el debate a trece años atrás y jugó la carta de señalar algunas de las reformas que cree que necesita la Unión.

Como conclusión, el candidato socialista pidió el voto para evitar que vuelva el pasado, y su contrincante popular para que el 7-J empiece a cambiar el rumbo de España. «Podemos salir de la crisis si mantenemos los valores, defendemos España y creemos en la UE», sostuvo el candidato del PP.