Debate Estado Nación

El PP del 96 se reúne en 2009 para que Rajoy gane el futuro

Aznar subraya el papel histórico de Rajoy por la gravedad de la crisis. Hablaron de economía y de la «operación Gürtel».

«No es un acto de nostalgia, sino un aval de futuro»
«No es un acto de nostalgia, sino un aval de futuro»larazon

Madrid- Cualquier estrategia electoral que se precie tiene muy en cuenta la política de gestos. Y la fotografía del Gobierno de Aznar del 96, que ayer propició Jaime Mayor Oreja, fue todo un recital en ese sentido. Salvo Javier Arenas, «atado» por la investidura del nuevo presidente andaluz, y la fallecida Loyola de Palacio, uno a uno los miembros de aquel Gabinete fueron tomando sitio para la instantánea que precedió al singular almuerzo. Hubo su pequeño tira y afloja protocolario. Desde Génova se sugirió que Mariano Rajoy posara al lado de Rodrigo Rato, para desmentir con ese gesto las informaciones que señalan la mala relación entre ambos. Al final, todo quedó como estaba ideado: Rajoy y el candidato europeo a la derecha y a la izquierda de Aznar, y Francisco Álvarez Cascos y Rato a los extremos de uno y otro. Para contentar a todos, en el restaurante sí se colocó a Rato al lado del líder del PP.De puertas adentro, el almuerzo discurrió de acuerdo con lo que mandan los cánones. Sólo hubo un pequeño atisbo de tensión por un comentario de Cascos sobre la falta de oposición en un puntual asunto. Rajoy cambió enseguida de tema. En líneas generales, sonrisas, clima distendido y recuerdo de los viejos tiempos, como en un reencuentro de antiguos compañeros de colegio ya con destinos cruzados. Por supuesto que se habló de Zapatero, no a favor, claro, así como de la situación política y económica, de ETA, de la ofensiva de la Fiscalía contra el PP y de la «operación Gürtel». Aznar reivindicó el papel histórico de Rajoy por la gravedad de la crisis. «Hay que ir a atacar y defenderse», recomendó Cascos.Mientras, de puertas afuera Mayor Oreja presentó la fotografía como un «aval de futuro» y como la garantía de que su partido apuesta por la «regeneración y la renovación». La instantánea tenía también como objetivo reivindicar la gestión del primer Gobierno del PP en un contexto económico complicado, y utilizarla como aval electoral ante la próxima cita con las urnas, además de «vender» el apoyo de todo el partido al candidato y a Rajoy. Sin Mayor Oreja como promotor, esta reunión no se hubiera celebrado nunca, y con ella el ex ministro marca un punto de inflexión en la campaña. Inevitablemente, en clave interna la lectura es que, frente a otros comicios, en estas elecciones sí se reivindica al pasado y a la generación de Aznar. Dentro del «marianismo», la foto ha provocado sus recelos. Hay quien decía ayer que la iniciativa buscaba movilizar votos de la derecha y, de paso, neutralizar a UPyD. Y también había quienes, no con poca intención, comentaban que era una estrategia para demostrar a Rajoy que el antiguo PP sigue ganando elecciones. En relación a la lista electoral, como «número dos» se maneja el nombre de Pilar del Castillo. También el de Teresa Jiménez Becerril. Hay quien incluso ha hecho circular el de Álvarez Cascos.