Estados Unidos

Obama da la bienvenida al acuerdo GM-Opel y defiende la entrada del Gobierno

- Asegura que GM se enfrentaba a la bancarrota sin el control del Ejecutivo estadounidense - El primer ministro sueco señala que la venta de Opel coloca en una situación "difícil y vulnerable"a Saab

l acuerdo alcanzado en Alemania cuyo resultado insufla aires de confianza y viabilidad a Opel ante la inminente bancarrota de su matriz estadounidense General Motors (GM), ha sido motivo de alegría para la administración del presidente Barack Obama, que no dudó en dar la bienvenida al pacto. Por otro lado, el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, no se mostró tan complacido al respecto, pues aseguró que la venta de Opel a Magna sitúa en una posición "difícil y vulnerable"a Saab, filial escandinava de GM. Ya lo había anunciado la canciller alemana, Angela Merkel: "Hablé por teléfono ayer con el presidente estadounidense y coincidimos en que teníamos que hacer todo lo posible para lograr un buen resultado en este complicado asunto". "Esa conversación influyó claramente en las negociaciones de anoche". El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no podría estar más satisfecho del acuerdo pactado en Alemania sobre la situación de Opel, cuya participación, según dijo Merkel, fue decisiva. "Este acuerdo es un paso positivo para la industria automotriz. El grupo de trabajo de la industria automotriz continuará su cercana colaboración con el Gobierno alemán sobre el tema", señaló un funcionario de alto rango de la Casa Blanca. El propio presidente norteamericano aseguró que la quiebra habría sido la única opción para General Motors sin el acuerdo en virtud del cual el Gobierno será propietario del 72 por ciento de la automovilística. "Mi preferencia era haber permanecido completamente fuera", señaló Obama en la 'NBC', pero como explicó, sin la participación del Ejecutivo, la liquidación era la única alternativa para una compañía que tiene una "enorme importancia para nuestra economía". Al otro lado del Atlántico, en Suecia, el primer ministro, Fredrik Reinfeldt manifestaba sus temores respecto a la situación en que este acuerdo deja a Saab, la filial escandinava de GM. Según explicó, la venta de Opel a Magna sitúa en una posición vulnerable a la marca sueca. "Cualquiera que lo haya seguido de cerca se da cuenta de la posición vulnerable y difícil en la que está Saab", señaló. En cuanto a la posible venta de la marca sueca, Saab aseguró que durante las próximas semanas hará públicos el nombre de su compañía favorita entre las tres que ya han presentado ofertas a General Motors. Según algunos medios locales, los dos principales contendientes por la compra de Saab son el fabricante de coches Koenigsegg y la firma financiera estadounidense Ira Rennert, mientras que la italiana Fiat se queda en tercera posición. En cualquier caso, Saab cuenta con una ampliación de la protección frente a sus acreedores, según ha dictaminado un tribunal sueco, que le permite disfrutar de un periodo de tiempo mayor para poner en marcha las reestructuraciones necesarias para sobreponerse.