España
Tetro vs Thriller
Pues no. Como se imaginarán ustedes, no voy a hablar hoy de la muerte de Michael Jackson, porque como cualquier persona cabal sabe, sigue vivo. Como Elvis. Su defunción ha sido su última extravagancia, un experimento para huir de las deudas y la maledicencia, imposible de certificar tras sus múltiples transformaciones genéticas. En realidad está escondido en España, comiendo macarrones en casa de su amigo Tony Genil y esperando un transplante de cara. Se abre la veda de las leyendas urbanas, pero ahora prefiero hablar de mitos cercanos, como Maribel Verdú, pues es su fin de semana, y que nadie se lo quite. Ante la invasión de zombies que nos espera bailando «Thriller», nada como irse al cine al estreno de «Treto».Alegra de vez en cuando ver el pulso y vigor renovado de los genios como Francis Ford Coppola, que está de vuelta de las más elevadas glorias y bajos infiernos, como talento superviviente de éxitos, fracasos y aureolas malditas, capaz ahora de saborear las honduras y claroscuros de la existencia como un vino de crianza lleno de matices. En «Treto» nos da una nueva lección sobre las sombras ocultas del ser humano, en la línea de sus películas de culto de bajo presupuesto en blanco y negro, como «Rumble fish» o «La ley de la calle». Actriz sin soberbiaPero sobre todo no hay que perderse la presencia arrebatadora de la Verdú, tango hecho carne, aguafuerte en vivo, espejo oscuro. La mejor actriz que tenemos en este país sin discusión, un hecho tardíamente reconocido tal vez por su natural ser o incapacidad para la pedantería soberbia. A cada año que pasa, más espléndida y con mayor reserva de tonos, fondos sugestivos y emociones encadenadas para la mirada y el paladar. Cualquier película con ella vale más la pena. Y quien habla de Verdú señala también a Carmen Maura. Grandes sin máscaras.
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