Música

Estocolmo

The Prodigy enloquece a los festivaleros del SOS 48

La gran diva del rock británico, Polly Jean Harvey, protagonizó otro de los conciertos más estelares del festival.

The Prodigy enloquece a los festivaleros del SOS 48
The Prodigy enloquece a los festivaleros del SOS 48larazon

MURCIA-Hora: las 6 de la tarde. Día: viernes. Situación: entradas agotadas. Estado anímico: ganas de fiesta. Música: DJ Danohendy en la mesa de mezclas del SOS Club. Cielo: las nubes por fin comienzan a disiparse. Compañía: un gran número de SOStivaleros llenan las hamacas del Chill Out. Expectativas: ambiente ideal para comenzar una maratoniana sesión de conciertos.El escenario Radio3 era el lugar donde se inauguraban los conciertos del festival y El Estudiante Larry fue el encargado de romper el hielo. Pop de guitarras, dosis de energía enfrentada a largas melodías con ecos planetarios y un público compuesto por seguidores de la banda y otros para los que los murcianos eran desconocidos. Un buen aperitivo para el que iba a ser, sin duda, el escenario más sorprendente e interesante de la noche. Pero como en los grandes festivales, y éste en su segunda edición se podría decir que ya lo es, el reloj no se detiene y los conciertos se solapan. Hora 20:40. Llega el momento más esperado para muchos de los festivaleros. Aparece en el escenario del Víctor Villegas la gran diva del rock británico, Polly Jean Harvey, enfundada en un vestido blanco repleto de correas y escoltada por la banda de John Parish. Momento mágico en el que la cantante fue recibida con gran ovación por sus incondicionales que abarrotaban la sala Narciso Yepes. El delirio comenzó con «Black Hearted Love» y la hipnotizante voz de PJ extendió sus tentáculos por todos los rincones de la sala atrapando a las 1.800 personas que tuvieron el privilegio de asistir a esta catarsis. Durante algo menos de una hora el tándem Harvey-Parish interpretó once temas que alternaban verdaderas descargas, llenas de fuerza, que pusieron en pie a sus fans con las envolventes y oníricas melodías. Psicodelia sonora y PJ Harvey moviéndose por todo el escenario. Tintes de folk de la mano de John que cambiaba de la guitarra al banjo, el ukelele, al dobro y todo tipo de instrumentos de cuerda. No faltaron temas de su último disco como «Leaving California». Pero como en la vida misma, todo tiene un final. Terminó de sonar «April», desaparecieron los músicos del escenario, se encendieron las luces de sala y despertamos del que parecía un sueño. Concluyó uno de los mejores conciertos de la primera jornada, pero el SOS 4.8 acababa de empezar. Maxïmo Park estaba cerrando su concierto en el escenario Estrella de Levante con miles de personas disfrutando de su pop optimista. La banda de Newcastle dijo adiós con el famoso «Apply Some Pressure». En el escenario Radio 3, Those Dancing Days realizaron un concierto de pop enérgico y festivo que fue el causante de que el público no dejase de mover el esqueleto. El recinto del escenario pequeño permitía escuchar a los grupos con un sonido espectacular y disfrutar de un mínimo espacio vital para poder bailar con el concierto del quinteto femenino de Estocolmo. No ocurría lo mismo en el principal donde llegaba el turno de una de las estrellas de la noche, Duffy. La gran multitud que inundó el SOS 4.8 hacía difícil acercarse al escenario Estrella de Levante y el sonido, aunque correcto, resultaba un tanto lejano e insuficiente. La voz de la galesa se mueve a la perfección entre el pop y el soul y, a pesar de su bella su imagen, como sacada de un filme de los años 50, no terminó de cautivar al público. Demasiada languidez en medio de un festival lleno de descarga de pop, rock y punk. Interpretó temas como «I'm Scared» y finalizó con la versión de L.A. Guns, «No Mercy» que logró levantar los ánimos de muchos festivaleros. Mientras, en el escenario Radio3 estaban los seis músicos de Cat People, tres guitarras, bajo, batería y teclados, que no decepcionaron a unos seguidores que les esperaban ansiosamente. Este grupo nacional con letras en inglés bien podían pasar por una de las grandes bandas británicas de los 80. Brillante concierto que llegó a su final con «Radio». De nuevo expectación por ver a Babyshambles y, en especial, al controvertido Pete Doherty. Ofrecieron un concierto aceptable con algunos momentos de tedio al menos desde la periferia del concurrido recinto del escenario principal. El Guincho apareció en el escenario pequeño en formato de dúo realizando un recorrido por su original disco «Alegranza». Y a las 2:10 comenzó uno de los conciertos más esperados del festival. The Prodigy hizo resucitar al público del escenario principal que no cesó de bailar enloquecido desde el primer tema hasta el último. La fórmula que une rock, punk y música electrónica sigue resultando interesante y actual casi veinte años después de la publicación de su primer EP. La banda presentó su último trabajo «Invaders Must Die» alternándolo con temas clásicos como el polémico «Smack my Bitch Up». El ruidoso y enérgico trío terminó su concierto a las 3:30 pero la descarga de adrenalina punk continuó en el escenario Radio3 con la que fue una de las revelaciones del festival, la canadiense Peaches. Sin duda, un fenómeno que trasciende lo musical para constituir una fórmula explosiva en la que no falta la provocación, la transgresión y la ambigüedad. Todo ello recubierto de la música punk que desparrama la banda de «chicas malas» que la acompaña. Un nuevo icono que sin duda alguna se sumará a la lista de mitos de la cultura pop. Con este concierto, que dejó atónitos a los asistentes con cada uno de los temas de «I Feel Cream», acabaron los grupos para dar paso a uno de los gurús del electro, Boys Noize en el escenario Estrella, y a Miqui Puig DJ que siguió haciendo bailar al incombustible público del segundo escenario. Pero la música no para. SOS.