Bilbao

Un juicio con un final previsible

Un juicio con un final previsible
Un juicio con un final previsiblelarazon

madrid- El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco será escenario hoy de un hecho histórico, como es ver que un lendakari, Juan José Ibarretxe, se sienta por primera vez en el banquillo de los acusados. Y, junto a él, lo harán dos de los principales dirigentes del socialismo vasco, su secretario general, Patxi López, y el secretario de Organización, Rodolfo Ares, así como cinco miembros de la denominada izquierda abertzale, entre ellos, Arnaldo Otegi.
Enfrente habrá un tribunal cuya composición ya es por sí misma significativa, toda vez que del mismo formarán parte un magistrado, José Antonio Subinas, que fue propuesto por el PNV en la terna que presentó el Parlamento Vasco al CGPJ, y otro, Manuel Díaz de Rábago, que no dudó en calificar de «extraordinaria propuesta de convivencia» el «Plan Ibarretxe». El tercer integrante del tribunal será Juan Carlos Benito-Butrón, considerado también de tendencia «progresista» y miembro de la Sala que preside Díaz de Rábago.
De hecho, casi nadie tiene dudas de que todos los imputados serán absueltos, tal y como solicita la propia Fiscalía. Incluso el juez decano de Bilbao, Alfonso González-Güija, expresó hace apenas un par de días su convencimiento de que se tendrán en cuenta las «buenas intenciones» de Ibarretxe y Patxi López porque se reunieron con Batasuna «para buscar la paz y con el convencimiento de que no cometían ningún tipo de delito».
Pero antes, la Sala deberá pronunciarse sobre si celebra el juicio o se archiva directamente, que será la cuestión que plantearán hoy mismo las defensas y a la que se opondrán las dos acusaciones, ejercidas por el Foro Ermua y Dignidad y Justicia.
Delito de desobediencia
Ambas acusaciones imputan a los miembros de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberría, Pernando Barrena, Juan José Petrikorena y Olatz Dañobeitia un delito de desobediencia, para el que solicitan penas que oscilan entre uno y cuatro años de cárcel, mientras que a Ibarretxe, López y Ares les consideran cooperadores necesarios de ese mismo delito. El origen de esas imputaciones son las reuniones mantenidas en 2006, durante el «alto el fuego» de ETA, con Batasuna.
El inicio de la vista servirá también para que Gobierno vasco y, en especial, el PNV, denuncien de forma pública lo que consideran un «juicio político» de un proceso que nunca debería haber llegado a esta situación. Y lo reflejarán arropando al lendakari a su llegada al Palacio de Justicia.