Elecciones generales

Vota Gordo

La Razón
La RazónLa Razón

Dos años después de entregar, como el Bautista, su cabeza de lista en una bandeja a favor de Sabanés, Gregorio Gordo se aupa al cargo que dejara vacante aquel pincel de hombre que era Fernando Marín. Hay que reconocer que desde ese punto de vista su nombramiento tiene algo de justiciero, aunque presiento que el nuevo coordinador regional de IU no lo va a tener fácil. De entrada, la elección ha sido unánime, y eso mosquea; si algo caracteriza a IU son esas discrepancias internas tan suyas y tan de toda la vida. Mal empezamos si su aterrizaje termina de un plumazo con la principal seña de identidad de la coalición. Otra cuestión que se le presenta complicada es dejar o no que Sabanés siga ostentando la portavocía en la Asamblea. No tiene mucho sentido convertirse en el jefazo para estar chupando banquillo mientras otra lleva la voz cantante. Y por último, tiene un handicap serio de cara a ser el candidato para las próximas elecciones autonómicas: su apellido. Estarán conmigo en que mantener, como decía Marx, que «el obrero tiene más necesidad de respeto que de pan» y, seguido, hacer un llamamiento al «Vota Gordo» es bastante chusco.Por lo demás, enhorabuena y a ello, don Gregorio.