Internacional

El coronavirus evita una tragedia al hundirse otro puente en Italia

Debido a las restricciones, solo dos vehículos circulaban por la estructura, de 400 metros de longitud, que une las regiones de Liguria y Toscana

Italia ha podido repetir este miércoles la tragedia del puente Morandi, aquella ocurrida en Génova en 2018 en la que perecieron 43 personas tras caer al vacío decenas de coches y tres camiones cuando el viaducto se vino abajo en unos segundos.

El derrumbe de hoy ha tenido lugar a unos cien kilómetros más al este. En el puente que une las regiones de Liguria y Toscana. Se trata de una estructura de unos 400 metros de longitud y alrededor de 7 o 8 metros de altura construida sobre el río Magra.

Los residentes de Caprigliola, la ciudad más cercana al puente, han declarado a los medios locales que escucharon un fuerte estallido alrededor de las 10:20 hora local (08:20 GMT), seguido del sonido de la estructura viniéndose abajo. Se trata de carretera provincial normalmente saturada de vehículos a esa hora del día, pero había muy tráfico cuando el puente se cayó, debido a las restricciones al movimiento de vehículos impuestas por el coronavirus.

Dos conductores resultaron heridos. El de un vehículo de mensajería, que fue golpeado por parte de la estructura y trasladado en avión al hospital, aunque sus lesiones no revisten gravedad y el conductor de una segunda camioneta que pudo salir de su vehículo ileso pero sufrió un shock, según los equipos de emergencia. Los bomberos están revisando el río por si alguien más estuviera atrapado.

Tras el accidente de hoy sobre el río Magra se ha hecho público que varios automovilistas habían informado de una grieta en el puente después de un período de mal tiempo en noviembre pasado.

El puente fue reparado entonces y luego inspeccionado por técnicos antes de recibir la autorización. Anteriormente había sido administrado por la autoridad local en Massa Carrara, la provincia limítrofe con la Toscana, pero luego fue puesto bajo el control de Anas, una empresa dirigida por el grupo ferroviario estatal Ferrovie dello Stato.

El puente entre las localidades de Santo Stefano Magra y Albiano, en la provincia toscana de Massa-Carrara
El puente entre las localidades de Santo Stefano Magra y Albiano, en la provincia toscana de Massa-CarraraRiccardo Dalle LucheAgencia EFE

“Es un golpe de suerte que un derrumbe no se haya convertido en una tragedia, debido a la falta de tráfico causada por la emergencia del coronavirus”, dijo Michele de Pascale, directora del sindicato de provincias italianas UPI.

De Pascale recordó que las provincias de Italia llevan tiempo insistiendo en que las infraestructuras del país necesitan un mantenimiento urgente. En el mismo sentido, el alcalde Roberto Valettini denunció que había enviado tres cartas a la concesionaria del puente advirtiéndole sobre sus deficiencias.

La condición de los puentes viales de Italia ha estado bajo un estricto escrutinio desde el derrumbe del puente Morandi en agosto de 2018. Los automóviles cayeron desde una altura de 45 metros cuando se derrumbó un tramo de 200 metros de la estructura sobre la concurrida autopista A10. Las barras de acero en descomposición que sustentaban el puente fueron la causa del desastre.