China

Wuhan regresa a un régimen de semilibertad

«Aquí las medidas son todavía muy estrictas. Podemos salir una hora», relata a LA RAZÓN Cristian, un estudiante chileno que quedó atrapado en el campus universitario

Wuhan dice adiós a su cuarentena. La cuna del Covid-19 inauguró esta nueva etapa con edificios iluminados con mensajes de apoyo a los enfermeros, médicos y a otros trabajadores que han estado en primera línea de la batalla contra el coronavirus.

Sus 11 millones de habitantes celebran también que por fin pueden salir de la ciudad después de diez semanas de confinamiento. Los andenes de tren y estaciones de autobuses de Wuhan se abarrotaron desde primera hora de la mañana. Muchos de estos viajeros son trabajadores migrantes que se quedaron atrapados durante las vacaciones del año nuevo chino y que hoy después de 76 días aislados se han apresurado a volver a sus casas y puestos de trabajo.

Las carreteras también han vuelto a abrirse aunque se mantienen estrictos controles de temperatura para evitar que personas contagiadas del coronavirus, especialmente las asintomáticas, puedan propagar la enfermedad en otras provincias chinas.

La cuarentena cesa pero no lo hacen las medidas de prevención en el que ha sido el epicentro del coronavirus en China. Aplicaciones móviles controlan los movimientos de los ciudadanos que ahora pueden por fin salir a la calle. Un código de salud que ha de enseñarse a la entrada de lugares públicos como restaurantes, centros comerciales o el metro indican si una persona ha estado en contacto con alguien contagiado por el Covid-19.Si alguien se cruza con una persona que ha sido diagnosticada del coronavirus su código pasa a ser rojo, y aquéllos que le rodean amarillo. El color verde señala que la persona está sana y no ha estado en contacto con un paciente del Covid-19.

La ciudad recupera poco a poco la normalidad pero aún así se mantienen muchas limitaciones. «Me pilló el coronavirus a los tres meses de llegar a China donde me vine a preparar mi tesis. Durante estas diez semanas hemos tenido prohibido salir del campus, la universidad nos has proporcionado comida y lo necesario durante el confinamiento. Hoy se ha levantado la cuarentena pero aún así sólo podemos salir fuera una hora al día. Las medidas son todavía muy estrictas», explica Cristian un estudiante chileno.

Los colegios en Wuhan todavía siguen cerrados como en el resto del país. De momento, no se conoce la fecha de la vuelta a las aulas y los estudiantes de todos los niveles deben de conformarse con clases online. Este 8 de abril marca un punto de inflexión no sólo por levantarse la cuarentena sino también porque en las últimas tres semanas sólo se han registrado tres casos del coronavirus. Este martes fue el primer día sin ninguna muerte por el Covid-19 en todo el país desde el inicio de la epidemia a principios de enero. Las cifras dan muestras que si bien la epidemia todavía no está erradicada, sí empieza a estar controlada en China.

Las autoridades ahora centran sus esfuerzos en evitar una segunda ola de contagios. De ahí los estrictos protocolos impuestos a los viajeros internos y externos.

Celia, una venezolana casada con un ciudadano chino,reside desde hace diez años en Wuhan. «Las medidas de seguridad continúan aquí. Es necesario el uso de las mascarillas, mantener la distancia de seguridad y evitar las aglomeraciones». Ayer era nomal ver a ciudadanos ataviados con monos blancos de protección en la calle o en el aeropuerto.

«La ciudad ya empieza a funcionar. Se va a la gente más animada con ganas de ir a trabajar aunque la gente es consciente que es un proceso largo y que se tardará tiempo hasta llegar a la normalidad». Para Cristian el estudiante chileno: «La cuarentena no hay que tomarla como una presión sino como una oportunidad. La formula perfecta es hacer deporte, estudiar y no ponerse presiones». Tras 76 días encerrado en el campus tiene un mensaje claro para los españoles: «Que se queden en casa. Si tú no te cuidas te convierten en un riesgo potencial para propagar el virus. Todos somos uno».