Reino Unido
La vuelta al cole el 1 de junio enfrenta a Boris Johnson con profesores y médicos
Los docentes exigen garantías de seguridad para evitar contagios, mientras que la mayoría de padres no enviará a sus hijos a clase por miedo
El “premier” Boris Johnson no está atravesando su mejor momento político.Por primera vez desde el inicio del brote, hay más ciudadanos que consideran que la crisis no se está gestionando adecuadamente respecto a aquellos que aprueban la actuación del Gobierno, según la última encuesta de YouGov. Su estrategia de desescalada, que de momento solo se aplica en Inglaterra, no está exenta de críticas. Y ahora tanto sindicatos de profesores como médicos han puesto el grito en el cielo ante la polémica medida de reabrir los colegios a partir del 1 de junio, en plena pandemia.
Reino Unido es el país más afectado de Europa por el Covid-19. El número de muertos asciende ya a 34.796. Las 24 horas previas al lunes se registraron 160 muertos. A nivel global, solo es superado por Estados Unidos. Por lo tanto, ante la disputa que mantiene ahora el Ejecutivo y la comunidad educativa, los padres no saben muy bien a qué atenerse de cara al curso que termina a finales de julio. Según su estudio, el 81.3% no mandará a sus hijos al cole en junio.
El ministro de Educación, Gavin Williamson, reitera que la programada vuelta de los niños a las aulas a partir del próximo mes está basada en el análisis científico sobre la seguridad y pensando en el bienestar de los menores. “Ahora podemos empezar a planear para un muy limitado retorno a las escuelas de algunos alumnos tan pronto como el próximo mes”, agregó Williamson, que ha dejado claro que los primeros en regresar a clase serán los de edades de entre los 5 y 7 años y los que estén en el último año del primaria (10 a 11 años de edad), así como los adolescentes de 15 y 17 años que se someterán en 2021 a unos importantes exámenes del programa educativo británico.
“Los maestros saben que hay niños que no han hablado o jugado con otros niños de su edad en los últimos dos meses. Saben que hay niños en hogares difíciles o infelices para quienes la escuela supone el momento más feliz de la semana y también es el lugar más seguro donde estar”, agregó.
La doctora Soumya Swaminathan, científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) especializada en pediatría, considera que la reapertura de las clases no representa una amenaza en cuanto al aumento de contagios. “Los niños no parecen estar gravemente enfermos por esta infección. Sabemos que son capaces de contraer el virus, pero hay menos datos sobre cómo pueden transmitirlo a otros. Lo que hemos visto en países donde las escuelas han permanecido abiertas es que no ha habido grandes brotes en los centros”, asegura a la BBC. “Los contagios se asocian mayoritariamente a los adultos. Los riesgos para los niños son extremadamente bajos”, matiza.
En cualquier caso, los sindicatos de docentes piden más detalles sobre el plan para la reapertura de las aulas y exigen garantías de que se mantendrá la seguridad con grupos reducidos de no más de 15 alumnos, tal y como se está ejecutando en otros países europeos. En este sentido, la Asociación Médica Británica -el mayor sindicato de médicos- les da la razón al afirmar que el ratio de contagios es todavía muy alto como para reabrir las aulas.
Actualmente, el ratio de contagios (“R”) en Reino Unido está entre el 0,7 y 1. La única manera de ir avanzando en la estrategia de desescalada es mantenerla por debajo de 1. De momento, el desconfinamiento solo se aplica en Inglaterra, ya que Gales, Escocia e Irlanda del Norte han decidido extender la cuarentena. En el Ulster, a partir de hoy se permitirán reuniones sociales de hasta seis personas (que no vivan en mismo domicilio). También se podrán abrir Iglesias y centros de culto para rezo privado y jugar al tenis y al golf.
Según el modelo de Public Health England (la entidad administrativa que gestiona en Inglaterra el Servicio Nacional de Salud), la “R” varía según la región. En Londres, es solo del 0,4, con menos de 24 casos de contagios al día, por lo que a finales de mes el virus podría estar controlado. Pero, en el noreste de Inglaterra, es aún del 0,8.
En este sentido, tanto el ayuntamiento Liverpool como el de Hartlepool, ambos gobernados por el Partido Laborista, ya han avanzado que se oponen a las medidas del Número 10 y no reabrirán los colegios.
La llamada Comisión de Niños en Inglaterra -organismo no gubernamental responsable de velar por la protección de los menores- pide al Gobierno y sindicatos de docentes que entierren el hacha de guerra. Su responsable, Anne Longfield, asegura que “no nos podemos permitir esperar a una vacuna, que tal vez nunca llegue, para que los niños vuelvan a la escuela”. “Es hora de poner fin a las riñas y acordar un retorno seguro, gradual, que vaya acompañado por pruebas rigurosas a maestros, niños y familias”, matiza.
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