Puebla
Detenido un exgobernador mexicano por torturar a una periodista
Lydia Cacho destapó en 2005 una red de pornografía y prostitución infantil
La periodista mexicana Lydia Cacho destapó en 2005 una red de pornografía y prostitución infantil. Por ello, fue torturada. Ahora el responsable, el exgobernador del estado mexicano de Puebla, Mario Marín (2005-2011), ha sido detenido en Acapulco, en el sureño estado mexicano de Guerrero. ”El Gobierno de Puebla reconoce a la Fiscalía General de la República su labor de inteligencia para lograr la detención de Mario Marín Torres, esperando que la justicia se aplique con rigor”, confirmó desde su cuenta de Twitter el actual gobernador de Puebla, Miguel Barbosa.
Marín era buscado desde hace casi dos años, después de que en abril de 2019 una jueza del suroriental estado de Quintana Roo emitiera una orden de aprehensión contra cuatro personas: el exgobernador, el empresario José Kamel Nacif, el exjefe de la policía estatal, Adolfo Karam, y su director de mandamientos judiciales, Juan Sánchez. La acusación es por el delito de tortura hacia la periodista y activista Lydia Cacho. Según la prensa local, el exgobernador será trasladado a Cancún, Quintana Roo.
Marín gobernó el central estado de Puebla dentro del otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Detenida por una decena de policías
La activista fue detenida bajo acusaciones de difamación y calumnia en diciembre de 2005 por una decena de policías que, sin contar con orden de captura, la trasladaron de Cancún a Puebla en un vehículo propiedad del empresario de la industria textil José Kamel Nacif. El empresario era uno de los principales señalados en el libro dedicado a la investigación del suceso titulado “Los demonios del Edén”, en el que la periodista denunció una trama de pornografía y prostitución infantil.
Durante el viaje por carretera de Cancún a Puebla, que duró más de 20 horas, Cacho fue torturada física y psicológicamente, además de sufrir tocamientos e insinuaciones sexuales y ser amenazada de muerte de manera verbal y física. La Suprema Corte de Justicia de la Nación concluyó en 2007 que no se violaron “de forma grave” las garantías individuales de Cacho.
“Fueron veinte horas de tortura en un viaje de 1.500 kilómetros en cinco estados de la República mexicana durante toda la noche y un día completos, rodeada con cinco judiciales armados, que me ponían el arma en la cabeza, proferían amenazas de muerte constantes, control de alimentos, en síntesis, tortura psicológica”, contó la periodista.
Cacho fue exonerada de las acusaciones en su contra en enero de 2006 y, un mes más tarde, salió a la luz una grabación de una conversación telefónica entre el gobernador Marín y el empresario Kamel Nacif, en las que el funcionario afirmó que le había dado a Cacho un”pinche coscorrón” porque “en Puebla se respeta la ley”.
Entonces, la Suprema Corte de Justicia de la Nación abrió la investigación del caso por tortura.
En 2018 el Comité de los Derechos Humanos de la ONU aprobó un dictamen que declaró al Estado mexicano responsable de varias violaciones de derechos humanos en contra de Lydia Cacho y otorgaba 180 días para implementar las medidas correspondientes.
A comienzos de 2019, el Gobierno de México, encabezado por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) pidió disculpas a la periodista al reconocer que se violaron sus derechos humanos cuando fue agredida en 2005 tras denunciar una red de pederastas ligada a empresarios y gobernantes. EFE
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