Xi Jinping quieren “hacer amigos” con una diplomacia más seductora

El presidente de China,Xi Jinping, dijo que el país debe mejorar la forma en que cuenta sus “historias” a una audiencia global mientras busca desarrollar una voz internacional que refleje su estatus en el escenario mundial, informó la agencia oficial de noticias Xinhua. En una reunión del Partido Comunista, Xi dijo que es crucial que China mejore su capacidad para difundir sus mensajes a nivel mundial con el fin de presentar una “China verdadera, tridimensional y completa”.

China necesita desarrollar una “voz internacional” para igualar su fuerza nacional y su estatus global, dijo Xinhua, citando a Xi. También necesita fortalecer los esfuerzos de propaganda para ayudar a los extranjeros a comprender al Partido Comunista Chino y la forma en que el país “lucha por la felicidad del pueblo chino”. El país necesita crear un equipo de profesionales y adoptar “métodos de comunicación precisos” para diferentes regiones, dijo.

La CNN cita un informe de Pew Research de finales de 2020 según el cual de los 14 países encuestados en Europa, América del Norte y Asia Oriental, todos tenían una opinión mayoritariamente negativa de China. Parte del problema de imagen de Pekín proviene de la pandemia Covid-19, y las acusaciones de que el gobierno encubrió el brote original en Wuhan en diciembre de 2019. Para el analista de la CNN, las opiniones sobre China estaban empeorando incluso antes de la pandemia, y parte de eso se debe a que el país adoptó la diplomacia del “guerrero lobo”.

La relación de China con los medios extranjeros se ha vuelto cada vez más tensa en los últimos años, y los medios locales como el Global Times a menudo señalan a los reporteros extranjeros por lo que dicen que es una cobertura parcial e injusta. Varios periodistas que trabajaban para organizaciones de noticias estadounidenses fueron expulsados el año pasado debido al deterioro de las relaciones entre las dos partes.

China también ha prohibido BBC World News su emisión en las cadenas de televisión de China continental tras las críticas a la cobertura de derechos humanos de la emisora británica en la región noroeste de Xinjiang, así como a los orígenes de la pandemia de COVID-19.

Desde febrero, la prensa estatal china ha dirigido una campaña contra la BBC -e incluso sus periodistas han sido motivo de insultos y acoso en las redes sociales- a raíz de reportajes que denuncian graves violaciones de los derechos humanos de minorías religiosas en la región noroccidental de Xinjiang. Pekín niega rotundamente estas acusaciones sobre lo que acontece en Xinjiang, una región del noroeste de China en la que la prensa extranjera se topa con restricciones adicionales a la hora de informar.

El número de medios de comunicación internacionales que informan desde China se ha visto reducido en el último año después de que ese país expulsara a corresponsales del New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal, entre otros. Además, los medios australianos retiraron a todos sus corresponsales de China el año pasado por temor a que fueran detenidos arbitrariamente. Varios países han denunciado el trato a los uigures y otras minorías musulmanas en la provincia de Xinjiang.

Washington ha acusado a Pekín de haber llevado a cabo detenciones arbitrarias de civiles, esterilizaciones forzadas, torturas, trabajos forzosos y restricciones a las libertades religiosa, de expresión y de movimiento.