Entrevista

“Sabía perfectamente que si me quedaba en Afganistán sería torturado y asesinado”

Massoud Hossaini, afgano de nacimiento y ganador del Premio Pulitzer en 2012, salió del país hace unos días: “Los talibanes han convertido Afganistán en un infierno”

El fotógrafo afgano Massoud Hossaini
El fotógrafo afgano Massoud HossainifotoLa Razón

Massoud Hossaini nació en Kabul en 1981, durante la ocupación soviética de Afganistán. La oposición de su padre al régimen comunista afgano obligó a la familia a huir a Irán, cuando él tenía sólo seis meses. Después de terminar la escuela secundaria, se unió al movimiento reformista iraní como activista político. Quería registrar los eventos históricos que sucedían a su alrededor y eligió la fotografía como medio para hacerlo. Como refugiado, era demasiado difícil y peligroso arriesgarse a fotografiar en las calles de Irán, por lo que decidió centrarse en sus compañeros afganos que se refugian en Irán. Estaba documentando la vida de los refugiados en Mashhad, la segunda ciudad más grande de Irán, cuando los atentados del 11 de septiembre de 2001 cambiaron por completo su dirección.

Decidió regresar a Afganistán, a principios de 2002, donde se unió a Aina, una organización destinada a capacitar a las personas en medios y habilidades de comunicación, fundada por la fotoperiodista y becaria de National Geographic, Reza Deghati. Aprendió sus habilidades fotográficas del hermano de Reza, Manoocher Deghati. Se unió a Agence France-Presse (AFP) en 2007 y cubrió la guerra en Afganistán, parte del tiempo junto a las tropas estadounidenses. Viajó a pueblos aislados, donde también documentó la vida local. Ganó el Premio Pulitzer en 2012.

¿Cómo logró salir de Afganistán?

Salí del país el domingo 15 por la mañana en el último vuelo comercial que salió desde Kabul. He publicado muchos artículos y he realizado muchas actividades que a los talibanes no les gustan. Sabía perfectamente que si me quedaba sería torturado y asesinado. Ya me habían amenazado de muerte otras veces y he sido atacado ya antes en Kabul. Definitivamente, yo no puedo ahora regresar a mi país. He perdido a mi país.

¿Cuál fue el momento en el que se dio cuenta que Afganistán estaba perdido?

En los últimos meses he viajado por todo el país. Estuve en tres zonas principales de guerra: en el norte, oeste y centro. Me di cuenta de que las fuerzas de seguridad del Gobierno afgano estaban rotas por dentro. No podían luchar y no querían luchar. Simplemente se rindieron ante los talibanes. Uno de los últimos sitios que estuve fue Herat, cerca de la frontera con Irán. Cuando regresé, me di cuenta de que ya era imposible estar en Afganistán por más tiempo. Afganistán estaba siendo destrozado desde dentro. Fue el jueves 12 de agosto cuando compré mi billete de avión. Dos días después, la gente empezó a sentir lo mismo y empezó a comprar de manera desesperada billetes para salir. La noche de sábado a domingo, intenté dormir algo. Pero gente de todo el mundo comenzó a llamarme preguntándome si estaba bien. Salí de mi casa y empecé a escuchar a mi alrededor bombas y enfrentamientos. Tuve miedo. No pude dormir en toda la noche. A las cinco de la madrugada, mi hermano me llevó hasta el aeropuerto. En la calles de Kabul ya no había ninguna señal de la policía afgana o fuerzas de seguridad. Ahí entendí que todo había terminado.

¿Qué situación se encontró en el aeropuerto aquel domingo, el día en el que los talibanes tomaron Kabul?

En el aeropuerto había un auténtico caos. Había muchos extranjeros que querían salir. Cuando ya estaba en la sala antes de embarcar, coincidí con una amiga que es una gran activista por los derechos de la mujer. Cuando nos vimos nos abrazamos y sin decirnos nada empezamos a llorar. Ella me preguntó, `¿Massoud sientes que hemos perdido Afganistán?´ Y yo le contesté: `sí… lo hemos perdido´. El despegue se retrasó 30 minutos por todo el caos que había. Y cuando despegamos tuve una sensación de que me rompía por dentro. Lloré durante largo tiempo. Cuando aterricé en Estambul, revise las redes sociales y me di cuenta de que había perdido todo.

¿Dónde se encuentra ahora mismo?

Estoy en Holanda, en una pequeña ciudad llamada Dordrecht, donde tengo amigos. La organización Defender in Dordrecht me ha ayudado. Estoy en un piso en el que me puedo quedar por nueve días, que es cuando expira mi visa. Como salí con prisas no pude coger muchas cosas y no puedo acceder a mi banco porque todo ha colapsado. No sé lo que voy a hacer. Lo único claro que tengo es que no puedo volver a mi país. Eso es lo que quiero que se plantee la comunidad internacional, ¿qué ocurre con alguien que se ha quedado sin país?

¿Teme que le pueda pasar algo a su familia?

Claro que tengo miedo de que les pueda pasar algo. Siento angustia, estrés e impotencia cada minuto, pero no puedo hacer nada, no tengo ningún poder para ayudarles… ni a ellos ni a mis amigos periodistas y activistas, que van a ser el primer grupo del que se querrá deshacer los talibanes. Todo lo que dicen ahora de amnistía y ruedas de prensa es mentira. Es solo para ganarse a la comunidad internacional y ser reconocidos. Pero están tomando el pelo a todos. En cuanto puedan, empezarán con las ejecuciones. Los talibanes han convertido Afganistán en un infierno en este mundo.

Como fotoperiodista, ¿cuál sería la imagen que mejor ilustraría ahora ese infierno? ¿La gente desesperada quizá intentando coger un avión en el aeropuerto?

Antes de salir del país hice muchas fotografías que muestra el horror, la inquietud que existía ya en Kabul antes de que fuera tomada por los talibanes. Las imágenes que se vieron en el aeropuerto de Kabul fueron orquestadas por los talibanes. Ellos se hicieron con Kabul y eran responsables del aeropuerto y su seguridad. Dejaron que la gente entrara solo para avergonzar a Occidente, para responsabilizarles de esas imágenes. Y luego lo cerraron para siempre. La gente está atrapado. Las fronteras están cerradas. Los que intentan salir, son detenidos en los puntos de control talibán. Les quitan los pasaportes y los queman delante de ellos. Los afganos están secuestrados.

La primera rueda de prensa de los talibanes dio mucho de qué hablar. Parecían querer mostrar otra cara respecto a las de 2001. No les cree nada ¿verdad?

No confío para nada en ello. Conozco perfectamente a estos terroristas. Yo crecí en Irán y pasó lo mismo con la revolución de 1979. También se engañó a la comunidad internacional. Tenían parlamento, celebraban elecciones… pero en realidad eran uno de las peores dictaduras del mundo. Este es el camino que los talibanes quieren seguir. Están tomando el pelo a la comunidad internacional. Cuando tenga el reconocimiento empezarán con el genocidio. En los últimos meses habían prometido muchas cosas a los Estados Unidos que no han cumplido. Dijeron que nunca atacarían las grandes ciudades y lo han hecho. Dijeron que iban a perdonar a las fuerzas de seguridad que se rindieran ante ellos, pero las han torturado y matado. Se comprometieron a que no iban a matar a las mujeres activistas y tampoco lo han cumplido. Han matado a mujeres, poetas, comediantes. Por favor, pido a tu gobierno y la comunidad internacional que no les crean. Son el grupo terrorista más diabólico del mundo.

Hay informes de que ya están comenzando con las torturas...

Nunca dejaron las torturas y nunca las dejarán. ¿Cómo se puede creer alguien que un grupo terrorista vaya a cambiar? Los talibanes son terroristas y nunca cambiarán. Ellos saben perfectamente como deben actuar ahora en Kabul. Pero el 70% de la población vive en zonas rurales donde están pasando otras cosas sin que salgan en los medios. ¿Sabemos lo que está pasando en ciudades como Lashkar Gah? Ningún periodista puede ir allí porque sabe que acabaría muerto. Danish Siddiqui, el fotoperiodista indio de Reuters, fue asesinado en julio mientras cubría un enfrentamiento entre los talibanes y las fuerzas de seguridad afganas en la provincia de Kandahar, sur de Afganistán. Pasearon luego su cuerpo por todos lados para hacer saber al resto de la prensa que por ahí no debían pasar.

¿Tienes miedo de que la comunidad internacional acabe comprando la propaganda talibana y sea engañada?

Ya lo estoy viendo. Muchas agencias y medios estadounidenses están mostrando solo la imagen que los talibanes han dado en la rueda de prensa, donde claramente estaban actuando. El representante especial de los Estados Unidos para la reconciliación de Afganistán, Zalmay Khalilzad, tiene simpatías por los talibanes porque es de la misma etnia y esa etnia siempre ha querido dominar el poder, imponer su propia cultura y utilizar los recursos naturales para su propias necesidades. Yo entiendo que las políticas de la etnias no es algo que se entienda en Occidente, pero este es uno de los principales factores en esta guerra.

¿Habrá entonces una nueva guerra civil entre etnias? Ahmad Massoud, el líder del Frente de Resistencia Nacional de Afganistán, que es hijo del comandante muyahidín Ahmad Shah Massoud, dice que la resistencia ya ha comenzado.

Sí. Y otros grupos se unirán a él. Seguro que habrá guerra civil. Aunque yo sea un fotógrafo y esté en el extranjero también haré todo lo posible para terminar con los talibanes. Son terroristas, asesinos, matan a la gente, matan a inocentes, violan los derechos de las mujeres… y yo no quiero esto para mi país. La guerra no ha terminado, la resistencia sigue en pie…. Pero para mí, que tengo 40 años, Afganistán está perdido porque sé que nunca podré regresar a mi país.

La operación de los últimos 20 años de las fuerzas aliadas ha fallado. ¿Cuál ha sido el error?

Occidente, y en especial Estados Unido, nunca ha llegado a entender la complejidad de Afganistán, las etnias, los clanes, la población… En las elecciones de 2014 y 2018, Estados Unidos apoyó a Mohammad Ashraf Ghani simplemente porque estaba viviendo en Estados Unidos. Al igual que hizo con su predecesor, Hamid Karzai. Eso no puede ser. Un presidente de Afganistán debe ser alguien que viva en Afganistán, que conozca el país. Por otro lado, Occidente siempre se ha fiado de la información que pasaba Pakistán porque la ven como aliada, pero lo que realmente quiere Pakistán es hacerse con Afganistán para ser más fuerte ante India. Pakistán apoya a los talibanes porque lo único que quiere es un gobierno marioneta al que pueda controlar porque es gente que vive en las montañas, no tiene educación ni sabe de civilización, quieren vivir como la edad media. Y Pakistán se aprovecha de ello. Y esto es lo que Occidente no ve o no quiere ver.

¿Qué recomendaciones da ahora a la comunidad internacional?

Tendría que haber fuerzas para mantener paz comandadas por la ONU. Primero hay que asegurar la paz y permitir que todo el que quiera salir del país pueda hacerlo. Y luego deberían quedarse allí para garantizar unas elecciones limpias, sin apoyar a ningún candidato puesto por Estados Unidos… Afganistán deben ser presidido por su gente. Tienen que haber consenso entre etnias. Yo no quiero que mi país sea gobernado ahora por un grupo terrorista que se hace llamar grupo religioso que no saben ni de economía ni de política. La mayor urgencia es prevenir las masacres y el genocidio.