Ola de protestas

Arde Kazajistán: el estado de emergencia se extiende a todo el país

El presidente Tokayev, contra las cuerdas: los manifestantes toman el aeropuerto internacional de Almaty

La situación en Kazajistán, lejos de calmarse, sigue en plena combustión después del asalto de ayer a la sede del Gobierno en Almaty, la segunda capital del país, por parte de más de 1.000 manifestantes. En medio de una confusión generalizada debido a los cortes de internet y telefonía móvil en todo el país, se ha informado, según testigos de lo ocurrido, de disparos aislados y de ráfagas de ametralladoras en los aledaños de la sede gubernamental, así como de un incendio en las oficinas de la misma, mientras los manifestantes han rodeado el edificio. Al grito de «Adelante, Kazajistán», los allí congregados, fuertemente armados con palos y armas de fuego, han obligado a las fuerzas del orden a replegarse a las calles de alrededor. Según fuentes oficiales, la sede de la Fiscalía también fue incendiada durante las protestas de ayer.

Horas antes, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokayev, aceptó la dimisión del Gobierno y designó un primer ministro en funciones tras el estallido de unas revueltas callejeras sin precedentes en la historia de esta antigua república soviética, caracterizada por su estabilidad desde que alcanzara su independencia hace 30 años. El motivo de las manifestaciones, que se iniciaron este domingo, fue el brusco incremento del precio del gas licuado, utilizado por muchos kazajos como combustible para sus vehículos. Pasó de 60 tenge por litro (0,14 dólares) a 120 tenge (0,28 dólares).

Manifestaciones en Kazajistán
Manifestaciones en KazajistánTania Nieto

El presidente Tokayev, se ha dirigido varias veces a la población para recordar que no abandonará el país a su suerte y prometer una mayor contundencia por parte de las fuerzas del orden para frenar a los descontrolados manifestantes. El dirigente ha informado del «alto nivel de coordinación» de las personas que participan en los disturbios. «Llama la atención el alto grado de organización de estos elementos gamberros. Esto da fe de un plan de acciones altamente organizados de conspiradores motivados financieramente», afirmó Tokayev. Aunque no dio cifras concretas, el mandatario kazajo confirmó a su vez la muerte de algunos de los ciudadanos que salieron a la calle para protestar.

El jefe del Estado anunció que habrá «mano dura» para los «elementos violentos que infrinjan las leyes» del país. «Como presidente tengo el deber de garantizar la seguridad y la tranquilidad de nuestros ciudadanos, velar por la integridad de Kazajistán», ha remarcado después de declarar el estado de emergencia y un toque de queda de 23:00 a 07:00.

El presidente Kassym-Jomart Tokayev, a la derecha, y el ex presidente kazajo Nursultan Nazarbayev se dan la mano ante sus partidarios en Nur-Sultan, capital de Kazakistán, en 2019
El presidente Kassym-Jomart Tokayev, a la derecha, y el ex presidente kazajo Nursultan Nazarbayev se dan la mano ante sus partidarios en Nur-Sultan, capital de Kazakistán, en 2019Alexei FilippovAgencia AP

El presidente, que ha prometido nuevas medidas para transformar el país, ha pedido a sus compatriotas no dejarse llevar por el ambiente descontrolado de la situación y permanecer en sus casas, poniendo de manifiesto que el país está siendo presa de provocaciones que vienen de dentro como desde fuera de sus fronteras. Como medida de urgencia para frenar el descontento popular, ha ordenado de inmediato implementar medidas para la regulación estatal de precios de los productos de primera necesidad, incluyendo el gas licuado, la gasolina y el diesel, en un plazo máximo de 180 días. Además, ha impuesto un límite de precios para los servicios de comunidad de las viviendas y establecer, en ese mismo período de tiempo, un subsidio a los alquileres de viviendas, no sin antes declarar el estado de emergencia en la capital, Nur-Sultán (antes Astaná), que después tuvo que ampliar a todo el país. «Próximamente presentaré nuevas propuestas para la transformación política de Kazajistán, me atengo a mi anterior posición a favor de reformas», afirmó durante su intervención en directo.

Las oficinas de la alcaldía de Almaty fueron ayer quemadas por los manifestantes
Las oficinas de la alcaldía de Almaty fueron ayer quemadas por los manifestantesSTRINGERREUTERS

El gobernador de Almaty, Kanat Taymerdenov, ha informado que, como consecuencia de las acciones de protesta, han ardido más de 120 vehículos, incluyendo 33 de la Policía, ambulancias y de los bomberos», indicó Taymerdenov. Según fuentes de la propia Administración, han sido saqueadas más de 120 tiendas, 130 cafeterías y restaurantes y alrededor de 100 oficinas de pequeñas y medianas empresas. «Han sido agredidos más de 500 civiles, entre ellos 130 mujeres y ancianos», afirmó Taymerdenov en un comunicado.

Asimismo, al cierre de esta edición, los manifestantes kazajos tomaron también el aeropuerto de Almaty, que canceló todos sus vuelos. «El servicio de seguridad del aeropuerto nos dijo: disculpen, el aeropuerto ha sido tomado. Hoy no habrá vuelos», informó el bloguero kazajo Alisher Yelikbayev, citado por la agencia rusa Interfax en medio de un corte total de internet en la nación centroasiática que impide el acceso a los medios de prensa locales.

Según Yelikbayev, las autoridades aseguraron durante todo la jornada a los pasajeros que el Ejército defendía el aeropuerto y los aviones volaban en tiempo, pero los uniformados no se enfrentaron a los manifestantes y se retiraron.

Kazajistán, con una población de casi 19 millones de habitantes, es uno de los principales actores dentro del panorama político de Asia Central, después de haber llegado a un momento de esplendor económico y estabilidad política de la mano de Nursultán Nazarbayev, su presidente durante 30 años y antecesor del actual, Kasim-Yomart Tokayev. Su posición estratégica, entre Rusia y China, y sus relaciones con ambos países han sido de vital importancia para el desarrollo económico del país, uno de los principales productores de petróleo del planeta.