Daños colaterales

Cómo la guerra de Ucrania puede encarecer la reforma de tu casa

La industria del azulejo española importa más del 70% de la materia prima del país amenazado por Putin

Imagen de una mina en Donetsk, región disputada al este de Ucrania
Imagen de una mina en Donetsk, región disputada al este de UcraniaDreamstime

La decisión de Vladimir Putin de invadir Ucrania puede encarecer la reforma de tu casa. Este extraño exponente del «efecto Mariposa» es un daño colateral de la guerra que tiene al mundo en vilo. La principal cifra que lo explica es la siguiente: más del 70 por ciento de la materia prima que emplea la industria del azulejo en nuestro país, principalmente en la Comunidad Valenciana, proviene de las minas ucranianas. En 2021 llegaron al puerto de la provincia de Castellón más de tres millones de toneladas de arcilla blanca por un valor aproximado de 80 millones de euros. También se obtienen allí otros materiales para el sector, como caolín y circonio, pero en mucha menor cantidad.

En su reunión anual para valorar los resultados de 2021, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Vicente Nomdedeu, dijo la siguiente frase premonitoria: «Como Rusia invada Ucrania, que Dios nos pille confesados». Así lo publica el «Periódico del Azulejo», que cifra en un 28% el aumento en la importación de este mineral ucraniano el último ejercicio. Los siguientes países en la lista son Rumanía y Turquía, pero no suman ni el 10% del volumen requerido para cubrir las necesidades.

El secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, explica en conversación telefónica con este periódico que «la arcilla blanca es imprescindible para la fabricación del gres porcelánico», que es el más demandado. Esta industria exporta a 186 países, entre ellos el que ahora amenaza el jefe del Kremlin. Si Ucrania cierra sus fronteras en algún punto de la escalada bélica, Echavarría cree que las empresas podrían aguantar un tiempo. En el puerto de Castellón hay acopio para tirar «unos cuatro o cinco meses» y las empresas también cuentan con su stock de emergencia.

A Echavarría le preocupa más, de momento, otro efecto indirecto de la tensión creciente en el este de Europa: el enloquecido aumento del precio del gas. El encarecimiento de la actividad en las fábricas «ha provocado que algunas presenten pérdidas; es que no se puede producir a ese precio». «Para nosotros son importantes las dos vertientes del problema porque no podemos producir sin gas con el que quemamos la arcilla que, por ahora, no ha aumentado de precio».

Lo cierto es que durante la anexión rusa de la península de Crimea en 2014 el sector no se vio afectado. Ni se detuvo la llegada de materiales, ni Ucrania dejó de ser cliente del azulejo levantino. Entre PortCastelló y la ex república soviética operan líneas regulares, tal es el volumen de circulación. Además del gres, la arcilla blanca ucraniana, considerada la mejor desde el punto de vista técnico, también se emplea para la fabricación de cerámica de mesa y de sanitarios.

Más allá de esta «rareza», la balanza comercial española con Ucrania registra déficit desde hace más de una década, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. En 2020, Ucrania ocupó el puesto 53 de nuestros destinos de exportación, y el 38 entre los proveedores. España ha sido el suministrador número 17 de Ucrania y el duodécimo comprador.