Respaldo

Draghi, ante Zelenski: «Italia quiere a Ucrania en la UE»

El líder ucraniano pide congelar los bienes como el superyate propiedad de Putin

Miembros del Parlamento italiano ovacionan al presidente de Ucrania, VolodImyr ZelenskI
Miembros del Parlamento italiano ovacionan al presidente de Ucrania, VolodImyr ZelenskIROBERTO MONALDO / POOLAgencia EFE

Italia es el paraíso para muchos turistas extranjeros que eligen el país de la bota para comprar una segunda residencia, pasar sus vacaciones en hoteles de lujo o atracar sus barcos en los puertos transalpinos. También para los oligarcas rusos cercanos al presidente Vladimir Putin. Pero el paraíso está cerca de convertirse en un infierno para muchos de ellos, ya que la policía italiana está procediendo desde hace semanas a embargar villas y yates de empresarios rusos incluidos en la lista de sanciones impuestas por la Unión Europea, en respuesta a la invasión de Ucrania.

Sólo en los primeros días de la operación, la policía italiana incautó propiedades de cinco oligarcas, entre ellos, un buque valorado en 65 millones de euros propiedad de Alexei Mordashov, el cuarto hombre más rico de Rusia, según la revista Forbes. Una espectacular embarcación que, sin embargo, no tiene nada que hacer frente al ‘Scheherazade’, un yate de 140 metros de eslora atracado en la costa de la Toscana y valorado en más de 600 millones de euros, que pertenece al presidente ruso, según asegura el equipo de investigación del encarcelado líder opositor, Alexei Navalni.

Última hora La Razón
Última hora La RazónLa RazónLa Razón

A pesar de las sospechas, las autoridades italianas no han podido aún confiscar la embarcación porque tras el ‘Scheherazade’ no se encuentra oficialmente el nombre del jefe del Kremlin, sino el de una sociedad anónima registrada en un paraíso fiscal.

Los colaboradores de Navalni afirman que al menos la mitad de la tripulación del yate atracado en el pequeño puerto toscano de Marina de Carrara son miembros del Servicio de Protección Federal (FSO), “la agencia que protege a Putin y organiza su vida”, denunció la periodista de investigación, Maria Pevchikh. Se trata en su mayoría de “empleados estatales rusos y personal militar que viaja de forma habitual a Italia en grupo para trabajar en el misterioso yate”, escribió en las redes sociales.

El capitán del barco, el británico Guy Bennett-Pearce, el único miembro de la tripulación que no tiene orígenes rusos, rechazó que el propietario del yate fuera el mismísimo presidente ruso. “Nunca he visto a Putin”, aseguró a un periodista del New York Times. Aunque no pudo dar más detalles debido a un acuerdo de confidencialidad, el capitán no negó que el propietario pudiera ser un rico empresario ruso.

En un discurso ante el Parlamento italiano, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió este martes mayores sanciones y presiones a Rusia para poder poner fin a cuatro semanas de conflicto. “Sabéis quién ordena combatir y quién ha llevado la guerra a Ucrania. Todos utilizan Italia para sus vacaciones. No tenéis que acoger a estas personas. Hay que bloquear y congelar sus bienes, sus cuentas, yates, hasta el más pequeño. Congelar todos los activos de los que tienen fuerza de decisión en Rusia. Hay que apoyar las sanciones y el embargo contra todos ellos. Ninguna excepción para ningún barco ruso”, lanzó el mandatario ucraniano.

Zelenski denunció que el objetivo de Moscú es “influir a Europa” y “destruir sus valores, su democracia y sus derechos humanos”. Y advirtió: “Ucania es la puerta para el Ejército ruso para entrar en Europa”.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, aseguró a Zelenski que “Italia no dará la espalda a Ucrania” y alabó “la resistencia” de Mariupol y otras ciudades golpeadas por la guerra. “La arrogancia del Gobierno ruso ha chocado con la dignidad del pueblo ucranio. Hoy Ucrania defiende nuestra paz, nuestra libertad, nuestra seguridad. Un orden multilateral basado en reglas y derechos que hemos construido con mucha fatiga desde después de la guerra. Italia le es profundamente grata”.

El apoyo contundente de Draghi no fue aplaudido por todo el hemiciclo. Algunos diputados y senadores de la Liga y del Movimiento Cinco Estrellas –la mayoría de ellos, ex militantes ahora en las filas de otros grupos parlamentarios- se ausentaron durante la intervención de Zelenski por considerar que el país transalpino debe permanecer neutral en el conflicto. Una actitud que no sorprendió, ya que durante el gobierno de coalición de la Liga y el M5E entre el 2018 y el 2019, Roma estrechó aún más los históricos lazos económicos y políticos que la unen Moscú, en parte, gracias a la estrecha relación personal entre Putin y el ex primer ministro, Silvio Berlusconi.

Un cambio de ruta en la política exterior que no ha sentado bien a su antiguo socio –de quien el país transalpino compra el 40% del gas que consume--, que ha amenazado con “consecuencias irreversibles” si Italia apoya nuevas sanciones contra intereses rusos, declaró Alexei Paramonov, ex cónsul ruso en Milán y actual miembro del Ministerio de Exteriores.