Conflictos
40 años del hundimiento del HMS Coventry, la mayor victoria de Argentina en la Guerra de las Malvinas
La labor del destructor británico era atraer a aviones argentinos y alejarlos de la flota de invasión, y tras ser alcanzado por tres bombas, acabó hundido en veinte minutos
El 25 de mayo de 1982, el destructor británico de la Royal Navy HMS Coventry fue atacado cerca de la isla Borbón por aviones argentinos con motivo de la Guerra de las Malvinas que enfrentó a Reino Unido con Argentina. En aquel ataque, diecinueve miembros de la tripulación británica murieron, y otro murió a causa de las heridas provocadas tras la agresión un año después.
Aquella hazaña coincidió en el mismo día con el ataque al buque de transporte Atlantic Conveyor. Los dos navíos fueron alcanzados por misiles Exocet, que provocaron el hundimiento del primero. Se considera la mayor victoria de las tropas argentinas en el conflicto.
El HMS Coventry era un destructor de clase Sheffield Tipo 42, y estaba equipado con los misiles antiaéreos Sea Dart. Tomó parte en el Ejercicio Springtrain 82 cerca de la base británica de Gibraltar. Junto a otros barcos del ejercicio fueron instruidos para participar en la Guerra de las Malvinas.
Su contribución en el conflicto fue considerable. Su helicóptero, por ejemplo, fue el primero en disparar misiles aire-superficie. Además, su labor era atraer a aviones argentinos y alejarlos de la flota de invasión que estaba en aguas de la Bahía San Carlos. Pero aquel 25 de mayo, las tropas argentinas le tendieron una trampa y fue alcanzado. Cayeron tres bombas sobre el destructor. Dos de ellas explotaron nada más impactar.
En veinte minutos, el HMS Coventry había sido totalmente abandonado y totalmente escorado. Se hundió poco después. Parte de la tripulación pudo salvarse, pero otros no.
Recuerdos agridulces
El 14 de junio de 1982, acabó la contienda. La guarnición argentina se rindió ante las tropas británicas y la guerra llegó a su fin.
La victoria británica en la guerra se celebró con júbilo en Reino Unido, aunque 40 años más tarde, la herida permanece abierta, y el conflicto no se considera como cerrado, al menos para Argentina. Por el lado de los británicos, no todos lo recuerdan con gran alegría.
“No hay ningún día que no piense en ello”, dice Christopher Howe, ahora de 65 años, veterano de la Guerra de las Malvinas. Él iba a bordo del HMS Coventry, y sufrió quemaduras graves a causa del ataque. “Estoy aquí para contar la historia, pero diecinueve compañeros no lo están. He aprendido a lidiar con eso”, confiesa a BBC Howe, quien fue suboficial de la embarcación.
225 miembros del personal británico, tres civiles de las Islas Malvinas y 649 miembros del personal argentino murieron en aquella guerra que duró diez semanas.
“Mi vida se ralentizó completamente en cámara lenta”, explica Home, quien recuerda que su brazo estaba “en llamas, la mayor parte de mi ropa había volado por completo y tenía mucho dolor”. “Había mucho humo espeso”.
A Howe lo lo llevaron al barco hospital SS Uganda para tratar sus heridas, incluidas quemaduras en un 27%, pero como muchos veteranos de las Malvinas, asegura que su salud mental empeoró desde entonces. ““No sé a dónde fui. Estaba pensando en lo que pasó. ¿Por qué tuve suerte? ¿Por qué escapé? ¿Por qué 19 de mis compañeros de barco perdieron la vida?”.
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