2024

Trump hace oficial su regreso. En realidad, nunca se ha ido

El magnate critica con dureza al actual presidente Biden durante el discurso para anunciar su candidatura

El expresidente Donald Trump anuncia que se presenta a la presidencia por tercera vez mientras sonríe mientras habla en Mar-a-Lago en Palm Beach
El expresidente Donald Trump anuncia que se presenta a la presidencia por tercera vez mientras sonríe mientras habla en Mar-a-Lago en Palm BeachAndrew HarnikAgencia AP

21h en Mar-a-Lago, Florida. Horario prime time televisivo. Martes 15 de noviembre, una semana exacta después de las Midterms. El anuncio “muy grande” de Donald Trump, anticipado semanas previas y desde su lujosa mansión de Palm Beach, hizo oficial su candidatura a las presidenciales de 2024 cual espectáculo en vivo y en directo propio del showman que encarna.

Poniendo de nuevo en marcha el contador de mentiras, el expresidente republicano dedicó cerca de 50 minutos de discurso en teleprompter a leer con sarcasmo lo que recordó más a una intervención presidencial para mostrar los que considera méritos de sus cuatro años de mandato (2017-2021) que a una charla entre familiares y amigos que el magnate describió como “noche elegante” en un “lugar elegante”.

“Lugar (place, en inglés) que no prensa” (press en inglés), quiso recalcar Trump al hacer alusión a la prensa, asegurando que esa noche no habría “fake news” entre el público asistente. En su línea, el neoyorkino ahora afincado en Florida tras culminar su presidencia en Washington, no quiso perder la oportunidad de recordar algunas de las que considera hazañas “sin precedentes” de sus cuatro años en la Casa Blanca.

“Hace dos años éramos una gran nación y pronto seremos una gran nación otra vez”, afirmó dando paso a una serie de críticas contra la actual Administración, intentando mostrar el panorama más oscuro posible del país al acusar al demócrata Joe Biden, con sutiles puñaladas, de haber empeorado Estados Unidos por la “mayor inflación en 50 años” o en temas de “gas, independencia energética, comercio, seguridad fronteriza o terrorismo islámico”.

Trump también le dio la vuelta a los recientes logros de Biden. “Pretenden salvan el Océano por un centímetro en 200 o 300 años”, dijo en alusión a las medidas aprobadas por el Gobierno a favor del cambio climático, “y no se preocupan por las armas nucleares que pueden matar a la población”, criticó. El republicano también afirmó que la guerra de Ucrania “nunca hubiera sucedido si yo hubiera sido vuestro presidente”.

Trump sabe cómo ganarse a su base electoral y mantener su motivación al voto intacta, eso no se le ha olvidado. Aunque en esta nueva versión de sí mismo parece hacer aprendido algunas lecciones del pasado. Es indudable que algo parece haber cambiado, por ahora, en su discurso. Y, como si alguien le hubiera advertido de la carencia de éxito si no hacía lo contrario, sus palabras fueron menos divisorias, más unificadoras.

“Queremos unificar a la población”, aseguró con un inusual tono de voz en calma. Trump también prometió que, en esta ocasión, “ésta no será mi campaña. Ésta será NUESTRA campaña”.

Aunque lo más evidente fue el cambio radical con respeto a las comunidades minoritarias del país, mencionando expresamente a los “afroamericanos, asiático-americanos e hispanos” por este orden. Tal vez consciente de que su voto puede llegar a ser decisivo en algunos estados en futuras elecciones, su estrategia ha cambiado radicalmente de enfoque respecto a la utilizada en 2016 contra la inmigración fronteriza. Por entonces le resultó más efectivo acusar a los mexicanos de delincuentes para justificar la promesa electoral de la construcción el muro fronterizo con México.

Con el fin Hacer América Grande Otra Vez, esta noche anuncio mi candidatura a la presidencia de Estados Unidos”, declaró al fin el magnate, sonriente, haciendo oficial el secreto que corre a voces desde hace semanas, si no meses.

Donald Trump ya ha hecho oficial su regreso, pero en realidad nunca se ha ido. Le obligaron, a pesar de sus múltiples esfuerzos por aferrarse al poder. El histórico ataque al Capitolio del 6 de enero, después de intentar revertir los resultados electorales de las presidenciales de noviembre de 2020 en varios estados, fue la evidencia más visible de su falta de escrúpulos.

“Soy una víctima”, denunció Trump pronosticando que tanto él como los que le sigan van a seguir siendo “perseguidos” antes de volver a ganar. Ahora, si ninguno de los procesos judiciales puestos en marcha por el Departamento de Justicia de Estados Unidos se lo impide, el expresidente republicano podrá volver a presentarse a la carrera presidencial e incluso convertirse, por segunda vez, en inquilino de la Casa Blanca.

Aunque esta vez no lo tendrá tan fácil. Todo apunta a se enfrentará a una seria competencia entre sus propias filas. En los últimos años, el trumpismo le ha robado todo el protagonismo al Partido Republicano, que muestra síntomas graves de falta de liderazgo. Pero con Trump cualquier cosa -por extraordinaria que parezca- es posible y los republicanos saben que subestimarle puede terminar resultándoles contraproducente.