Santiago de Chile
América Latina y Europa ¿un destino común?
El encuentro entre la UE y la CELAC que se lleva a cabo en Santiago de Chile, es una reunión donde políticos y empresarios buscarán como agilizar y hacer eficiente las inversiones, el intercambio comercial y esquemas de cooperación entre empresas medianas y pequeñas de ambos lados del Atlántico.
También es un encuentro entre Jefes de Estado latinoamericanos, para fortalecer el proceso de integración a través de acuerdos de diverso tipo orientados al desarrollo de infraestructuras, agilización de mecanismos de consulta entre países que comparten intereses comunes y aspiran también a un proyecto básico común. El CELAC es un mecanismo regional donde no participan los EEUU ni Canadá. Y fue impulsado por los gobiernos de izquierda y centro izquierda de la región con el sólido apoyo Brasileño, la potencia económica regional. El intercambio comercial del Brasil con la UE, y principalmente Alemania, es tan importante como el que existe entre Brasil y los EEUU.
Para la UE esta reunión es una oportunidad para promover que los grandes empresarios latinoamericanos, reorienten sus planes de inversión a la zona Euro y no se dirijan solamente al Asia-Pacífico. Es indispensable para ello, promover una imagen de estabilidad y certeza, pero sobre todo de recuperación del crecimiento. Las reformas de ajuste, liberalización y privatización son mostradas como garantía para redireccionar los flujos de inversión.
Sin embargo hay cierto triunfalismo en los documentos y discursos que no se corresponden con la realidad social e histórica. Por ejemplo, se afirma desde los intelectuales y políticos conservadores europeos (sobre todo españoles), que la UE debe "aprender"de América Latina y la forma como solucionó los problemas de la deuda externa de los años ochenta. Lo cierto es que la reducción de la deuda se pudo lograr a través de diversos mecanismos y planes, pero sobre todo gracias a una movilización política de los gobiernos de la región ante el FMI, el llamado "Club de París"y el Gobierno de los EEUU. Las reformas neoliberales se aplicaron posteriormente, las cuales atacaron la inflación, pero no lograron el crecimiento económico sostenido.
Son los gobiernos progresistas de América Latina, los que relanzan el crecimiento económico, dejando de lado las políticas brutales de ajuste, limitando las privatizaciones, y restaurando la rectoría del Estado en las decisiones públicas, pero sobre todo fortaleciendo, el mercado interno, diversificando exportaciones y promoviendo la inclusión social reconociendo los derechos sociales perdidos por los ciudadanos y trabajadores durante la etapa neoliberal.
Por lo tanto, hay un déficit de conocimiento histórico sobre las diversas sendas para relanzar el crecimiento. La austeridad radical en América Latina solo ha provocado crisis social, económica y política en los últimos quince años. Esa es la lección que se debe reconocer, y sobre esa base, los destinos de la UE y el CELAC podrán tener una dimensión más comprensiva y un destino geopolítico más vinculante.
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