CONFRONTACIÓN POLÍTICA

El choque de Milei y su vicepresidenta aviva la crisis política argentina

Su pelea se une a otros problemas como la derrota del Gobierno en el Senado o los reclamos en la calle

Javier Milei, presidente de Argentina
Javier Milei, presidente de ArgentinaAlberto R. RoldánLa Razón

El presidente argentino Javier Milei está cobrando factura por su estilo de gobernar de permanente confrontación, lo que ha generado un terremoto político sin precedentes desde el comienzo de su Gobierno. El epicentro se ubicó en la Cámara Alta y el sacudón fue la derrota que sufrió el gobierno libertario en el Senado. La oposición, más unida que nunca según los analistas, logró aprobar un paquete de leyes de fuerte impacto fiscal que incluye el aumento de 7,2% a las pensiones de los jubilados, una nueva moratoria previsional, fondos adicionales para las provincias y medidas de emergencia para discapacidad. Demandas todas que la población reclamaba pero a las que Milei se oponía bajo el argumento de que provocaría mucho gasto público.

Este triunfo de la oposición en el Senado se logró por la cohesión de las fuerzas contrarias a Milei y el respaldo de varios gobernadores, incluyendo a algunos que hasta ahora acompañaban al oficialismo. Milei, entonces, acusó al Congreso de acometer «un intento de golpe institucional» y amenazó con vetar todas las leyes aprobadas y «judicializarlas». Por si fuera poco, acusó de instigadora a su enemiga política Cristina Kirchner por lo ocurrido en el Senado, llamó truhanes a los gobernadores que le habían dado la espalda y calificó ,sin nombrarla, como «traidora» a su vicepresidenta Victoria Villarruel. La acusó de haber propiciado la sesión que terminó con la aprobación de las leyes contrarias a su motosierra . «El equilibrio fiscal no se negocia» fue el mantra repetido desde el oficialismo. «Sucede que ‘Che Cristina’ está nerviosa porque Casación le revocó el recurso y ya sabe que va a ir presa. Consecuentemente está haciendo lo que se llama ‘Quemar naves’. Ella y los delincuentes de sus socios», arremetió en sus redes sociales.

De esta manera, lo que podría llamarse como un choque de poderes en cualquier democracia, Milei lo trasladó a un plano de guerra civil que tiene su campo de batalla en la Cámara Alta.

Así, el presidente argentino ubica el conflicto en tres frentes: el político, que tuvo su detonante en la última votación en el Congreso, vista bajo su óptica como un intento de desestabilizar su programa económico; el frente de la calle, con las protestas sociales a nivel nacional y que el gobierno ha tildado de «violentas» e «insurrecciónales»; y el frente del mercado que tiene que ver con la volatilidad del dólar y el riesgo del país que el presidente atribuye a maniobras de sus enemigos.

Para coronar esa psicosis política, Milei considera que la victoria en el Senado conseguida por la oposición tiene el nombre de su compañera de fórmula Victoria Villarruel, a quien ha vapuleado en repetidas. Además de llamarla «traidora», «burra», «populista» y «parte de la casta» a donde quiera que va, pasó de los dichos a los hechos con desaires públicos. El más reciente fue durante los actos oficiales del 9 de julio: entonces, la ignoró y no la saludó.

Hace unos días, Villarruel respondió los ataques del presidente desde su cuenta de Instagram. «Si hay equilibrio entonces asistir a los más desprotegidos no debe ser tan terrible. El tema es que un jubilado no puede esperar. Un jubilado, menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE», dijo, refiriéndose a los casi 3 millones de dólares gastados por el presidente en viajes y a los otros tantos destinados a la central de inteligencia.

Azuzada por quienes le enviaban mensajes, Villarruel se dedicó a responder. «No traiciono pero no convalido mentiras ni decisiones que perjudiquen a los argentinos». También se refirió a los insultos que recibió el presidente por parte de jubilados y discapacitados, señalando que eso le da la razón a ella de estar «del lado de los argentinos más vulnerables». Añadió que Milei es «un presidente que no puede ni saludar a la persona con la que llegó al poder. Hacele el reclamo a él, que yo la educación no la pierdo nunca», respondió a un usuario que la criticó.