Estados Unidos

Así se forjó un inédito intercambio de presos

La reconciliación tras 35 años de conflicto. Kerry se levantó de la mesa por la petición de liberar a asesinos, después Irán reculó

Mano tendida. Rohani quiso aplacar los temores de sus vecinos ante el ascenso iraní
Mano tendida. Rohani quiso aplacar los temores de sus vecinos ante el ascenso iranílarazon

Kerry se levantó de la mesa por la petición de liberar a asesinos, después Irán reculó

Tres de los cinco estadounidenses liberados por Irán el sábado, a cambio de la puesta en libertada por Estados Unidos de siete reos iraníes, pusieron ayer rumbo a casa. El reportero del diario «The Washington Post» Jason Rezaian, el ex militar Amir Hekmati y el pastor religioso Saeed Abedini hicieron una parada en el aeropuerto de Ginebra (Suiza), antes de coger un avión enviado por el Gobierno americano para trasladarlos a Alemania con rumbo definitivo a EE UU. En el avión viajaban también personal médico y un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza, además de la madre y la esposa de uno de los excarcelados. Los otros dos presos liberados por Irán –el empresario Nosratollah Khosravi-Roodsari y Matthew Trevithick– no se embarcaron en el avión junto a sus compatriotas. Desde Washington no explicaron los motivos.

Una vez se produjeron las liberaciones, empezaron a conocerse los detalles de cómo se fraguó este canje de presos entre Irán y EE UU. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, reconoció que las negociaciones para el intercambio de presos fueron muy difíciles porque los iraníes pidieron presos imposibles. El titular de la diplomacia estadounidense puso sobre la mesa desde el principio que EE UU no excarcelaría a criminales con acusaciones por asesinato y narcotráfico. «Durante mucho tiempo no pudimos seguir adelante por la gente que pedían», reconoció.

Según el Gobierno suizo, el país helvético jugó un papel clave en la negociación del pacto, incluido el asunto de los presos, aunque no fue hasta noviembre del año pasado cuando comenzó a desactivarse el bloqueo de las conversaciones. Kerry y su homólogo iraní, Javad Zarif, mantuvieron desde ese mes varias conversaciones sobre el asunto hasta que en diciembre se logró desatascar el nudo en Nueva York.

Así, y dentro de lo pactado, Washington otorgó clemencia a siete iraníes condenados o pendientes de juicio en Estados Unidos por delitos relacionados con el embargo económico contra Irán, seis de ellos también con doble nacionalidad irano-estadounidense. EE UU, además, informó de la retirada de los cargos formulados contra 14 ciudadanos iraníes, a los que dejará de perseguir la Interpol a petición de Washington. «Ha sido un gesto de buena voluntad y no un intercambio de espías», explicaron ayer funcionarios norteamericanos sobre la inesperada excarcelación.

El intercambio de prisioneros fue duramente criticado por la oposición republicana, incluido el pcandidatura presidencial por ese partido y favorito de las encuestas, el magnate Donald Trump, quien consideró que EE UU da más de lo que recibe.

Por su parte, el periódico «The Washington Post» expresó su satisfacción por la liberación de su compañero Rezaian, que se encontraba preso desde su detención en Teherán en julio de 2014, acusado de espionaje y de difundir propaganda hostil contra la República Islámica. El periodista finalmente fue condenado el año pasado por delitos de espionaje, lo que despertó una oleada de críticas y repudio contra el sistema judicial iraní por su opacidad y su falta de garantías. La esposa de Rezaian y su madre viajaron ayer a bordo del avión que les sacó de Irán.