Crisis en Mali
«Atacaremos el corazón de Francia»
Los islamistas de Mali amenazan a los franceses «en África y en Europa» por la incursión militar. Contraofensiva de los integristas por el oeste, que toman la ciudad de Diabali en el centro. El avance terrorista se produce después de que París diera por controlado el noroeste
La participación militar en Mali podría costarle caro a Francia, que se ha tomado muy en serio las amenazas de los islamistas contra los intereses galos como contra los ocho rehenes que AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico) mantiene secuestrados en el Sahel. Ayer las advertencias provinieron de uno de los tres grupos de integristas armados que desde la primavera controlan el norte de Mali. Tras los bombardeos aéreos de las últimas horas contra posiciones yihadistas y la destrucción de importantes campos de entrenamiento y depósitos de armas, un responsable del Movimiento por la Unificación y la Yihad en África Occidental anunciaba que «golpearán a Francia en el corazón». «En todos los lugares. En Bamako, en África y en Europa», advertía este cabecilla islamista que aseguraba la «unión de todos los muyahidines» y prometía publicar un comunicado sobre los rehenes galos.
En reacción a un posible ataque terrorista en Francia, François Hollande decidía este fin de semana elevar al penúltimo escalón el nivel de alerta antiterrorista –Plan Vigipirate–, lo que implica una mayor presencia militar y policial en los transportes, aeropuertos y estaciones de tren, así como en los edificios oficiales y monumentos emblemáticos. El Gobierno confirmaba ayer su preocupación. La situación en Mali «puede incitar a ciertos individuos o grupos a cometer atentados tanto en Francia como en el extranjero», reconocía el ministro del Interior, Manuel Valls, al diario «Le Parisien».
Visto bueno de la ONU
La operación militar francesa, respaldada anoche por el Consejo de Seguridad de la ONU, sigue adelante sin más apoyo que el del Ejército de Mali. Las constantes incursiones aéreas en el norte del país consiguieron que los islamistas se replegaran al este. «Nuestro primer objetivo es frenar el avance hacia el sur y se avanza satisfactoriamente», resumió el titular de Exteriores, Laurent Fabius. Sin embargo, un nuevo frente se abría en el oeste del país, a donde se desplazaban los rebeldes desde la frontera mauritana repelidos por los ataques de la aviación gala. A primera hora de ayer, los insurgentes liderados por uno de los jefes de AQMI, Abou Zeid, tomaban la pequeña localidad de Diabali, en el centro-oeste y a sólo 400 kilómetros al norte de la capital, Bamako. Pese a los progresos obtenidos, las bolsas de resistencia son importantes. Los militares franceses se enfrentan a comandos islamistas dotados con material ultrasofisticado, como misiles antiaéreos, recuperados de Libia. «Están fuertemente armados y equipados, son firmes y bien organizados. Pero lo sabíamos», reiteró el ministro de Defensa, Jean Yves Le Drian, que eludió pronunciarse sobre la duración de la operación. El 63% de los franceses se muestra a favor de la intervención, según los sondeos, pero temen que la situación acabe estancándose. Por eso, París espera poder pasar lo antes posible el testigo y ceder la primera línea a las fuerzas africanas de la Misma, la misión internacional de apoyo a Mali, integrada por los miembros de la Cedeao. Fabius recalcó que su país «no tiene por vocación permanecer sola», pues uno de los objetivos es evitar su derrumbe como condición «sine qua non» para que recobre su integridad territorial. Además de Reino Unido y EE UU, que aportan aviones tácticos y de transporte y medios de comunicación e Inteligencia, Dinamarca y Bélgica confirmaron su disposición a colaborar, mientras Alemania estudia proveer ayuda médica.
Si prácticamente el conjunto de la clase política secunda la intervención, esperan las explicaciones del Gobierno. Los titulares de Exteriores y Defensa comparecerán en la Asamblea, donde el «premier», Jean Marc Ayrault, que ayer recibió a los presidentes de la Asamblea y el Senado, espera organizar «rápidamente» un debate.
Muyao, salafistas con métodos afganos
El Movimiento para la Unidad de la Yihad en África Occidental (MUYAO) ha sido el autor del vídeo amenaza contra Francia por su incursión en suelo maliense. Es una organización autóctona que se unió a la organización Ansar al Din y a Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) para ocupar el norte de Mali tras el golpe de Estado de marzo de 2011. Los miembros de MUYAO son seguidores de la rama salafista del islam en su versión más radical. También destacan por la adopción de las técnicas y métodos de los terroristas en Afganistán o Irak. Igual que Ansar al Din y AQMI, persiguen un solo objetivo: la implantación del Estado islámico con el terrorismo. Los MUYAO han sido los autores de las amputaciones y los crímenes más cruentos en este año de terror.
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