Irán

La crisis entre Arabia Saudí e Irán toma una dimensión regional

Bahréin y Sudán, los aliados saudíes, rompen relaciones con Teherán y Emiratos Árabes reduce al máximo su representación diplomática. La brecha islámica se reabre con la quema de tres mezquitas suníes en Bagdad y da muestras del peligro de un conflicto sectario

Un grupo de mujeres grita consignas durante una protesta en contra de la ejecución del clérigo chií saudí Nimr Baqir al Nimr, en Manama, Barein.
Un grupo de mujeres grita consignas durante una protesta en contra de la ejecución del clérigo chií saudí Nimr Baqir al Nimr, en Manama, Barein.larazon

Bahréin y Sudán, los aliados saudíes, rompen relaciones con Teherán y Emiratos Árabes reduce al máximo su representación diplomática. La brecha islámica se reabre con la quema de tres mezquitas suníes en Bagdad y da muestras del peligro de un conflicto sectario

La ruptura total de las relaciones entre Arabia Saudí e Irán amenaza con ahondar la división sectaria entre suníes y chiíes. La decisión saudí no sólo afecta a nivel diplomático, sino que implica también la suspensión del tráfico aéreo entre las dos naciones, el fin de los intercambios comerciales y la prohibición a los residentes saudíes de regresar a Teherán y de los iraníes de visitar la Península Arábiga a excepción de los peregrinos que visiten los lugares santos de La Meca y Medina. «Irán debería comportarse como un país normal y no como un Estado en revolución, respetando las normas internacionales a fin de que los lazos sean restaurados», arremetió ayer el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Adel Al Jubeir. El jefe de la diplomacia saudí acusó a Teherán de apoyar a Al Qaeda. «Irán apoya a la red terrorista Al Qaeda desde 2011, le suministra armas y explosivos y proporciona un refugio seguro para los terroristas del grupo», denunció Al Jubeir.

El ministro saudí prometió que Arabia Saudí no permitirá a Irán «socavar nuestra seguridad». Irán también elevó el tono y, en respuesta a la decisión de Riad, el viceministro de Exteriores iraní, Husein Amir Abdolahian, declaró que las autoridades saudíes han tratado de disimular el error de haber ejecutado al clérigo chií y a otros 46 condenados rompiendo relaciones diplomáticas con Teherán. «Arabia Saudí se beneficia y prospera mediante la prolongación de las tensiones. Ha usado este incidente como excusa para elevar las tensiones», reclamó Abdolahian. La interrupción de relaciones diplomáticas con Teherán tras los incidentes ocurridos este fin de semana en el país persa después de la ejecución del jeque chií Nimr al Nimr ha dejado al descubierto las fuertes diferencias religiosas en la región. Los aliados suníes de Arabia Saudí se alinearon rápidamente detrás del reino, mientras que cientos de miles de manifestantes chiíes tomaron las calles de Líbano a Pakistán para protestar contra la monarquía saudí por la muerte de Al Nimr.

Bahréin rompe relaciones con el régimen iraní

Apenas unas horas después de que Riad hiciera oficial el cierre de su embajada en Teherán y diera a los diplomáticos iraníes un plazo de 48 horas para abandonar su país, el pequeño reino de Bahréin siguió los pasos de Arabia Saudí. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bahréin anunció ayer la ruptura de sus lazos diplomáticos con Irán, citando su «descarada y peligrosa» interferencia en el país y en otras naciones árabes. Manama denunció los «ataques cobardes» contra la Embajada saudí en Teherán y el consulado de Mashhad (Irán), los cuales son «un reflejo de las políticas sectarias» iraníes respecto a las que «no se puede guardar silencio» y que hay que «enfrentar con toda la fuerza» para «preservar la seguridad y la estabilidad» de la región.

El personal diplomático iraní cuenta también con 48 horas para abandonar el país. El embajador iraní ya había sido expulsado del país en octubre, después de que la monarquía suní que gobierna una población de mayoría chií acusase a Irán de interferir en asuntos internos y de armar a militantes contrarios al Gobierno.

Emiratos Árabes se suma al boicot diplomático a Irán

El otro estrecho aliado de Arabia Saudí y vecino de Bahréin, Emiratos Árabes Unidos (EAU), anunció también su decisión de rebajar y congelar las relaciones diplomáticas con Irán «por la persistencia de las injerencias» del régimen teocrático en los países del Golfo. Si bien no rompe lazos por completo, reducirá al mínimo el número de representantes de la principal potencia chií en su suelo. También llamaron al embajador iraní a consultas. «Emiratos Árabes Unidos ha decidido dejar el nivel de la representación diplomática de la República Islámica de Irán a un encargado de negocios y reducir el número de diplomáticos iraníes en el país», señaló en un comunicado la agencia estatal Emirati News Agency.

Sudán ordena la expulsión del embajador persa

A la decisión de los países del Golfo se unió poco después Sudan. El Gobierno sudanés anunció ayer por la tarde que también expulsará al embajador de Irán y cortará de «inmediato» toda relación en protesta por el ataque a la legación diplomática saudí en Teherán. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores de Sudán explicó que detrás de esta decisión está el «asalto brutal a la Embajada de Arabia Saudí en Teherán y su consulado en Mashhad». Asimismo, pidió al embajador iraní en Jartum que abandone el país, con todos los miembros de la misión diplomática, y retiró al embajador sudanés en Irán. El Ministerio condenó las «intervenciones iraníes en la región» basadas en el sectarismo y la «negligencia del Gobierno iraní» en los asaltos a las legaciones diplomáticas saudíes, calificándolos de «práctica hostil y extremista».

Sudán se unió el pasado marzo a la coalición árabe liderada por Riad que interviene en Yemen contra los rebeldes chiíes y en 2014 cerró los centros culturales iraníes en el país, en un intento de limitar la influencia de Teherán.

Protestas en Bagdad para romper lazos con Teherán

Los ánimos incendiados de los chiíes por la muerte del jeque al- Nimr parecen no haberse calmado. Un hombre murió por disparos y un niño resultó herido durante la madrugada de ayer en disturbios en la localidad saudí de Al Auamiya, pueblo natal del clérigo chií ejecutado. En Irak, hombres armados asaltaron e hicieron estallar cargas explosivas en tres mezquitas suníes de la provincia de Babel, situada al sur de la capital, Bagdad. Los ataques, que se registraron la pasada madrugada, provocaron graves daños materiales, pero ninguna víctima. Las fuerzas del orden han intensificado las medidas de seguridad en los templos suníes para prevenir otras acciones similares a modo de represalia.

En paralelo se produjo una masiva protesta en la calles de Bagdad liderada por el clérigo chií Muqtada Al Sader al grito de «Muerte a los Saud», en referencia a la dinastía que reina en Arabia Saudí. Los manifestantes pidieron al Gobierno iraquí que siga los pasos de otros aliados suníes y corte relaciones con Irán. Las protestas se sucedieron también en otras tres ciudades, Basora, al sur, Nayaf y Kerbala, estas últimas feudos chiíes.