Política

Estado Islámico

Botas sobre el terreno

La Razón
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- Hasta el secuestro del piloto jordano, parecía que el empuje inicial del Estado Islámico estaba perdiendo fuerza en pro del operativo internacional. ¿Qué pone de manifiesto este hecho? ¿En qué situación se encuentran los yihadistas?

–Hasta ahora, los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados sí han servido para debilitar al Estado islámico. Sin embargo, no han conseguido reducirles del todo ni invertir la tendencia hasta ahora marcada. A pesar de que los yihadistas ha experimentado una serie de importantes reveses en Irak y Siria, siguen siendo una fuerza potente y peligrosa.

- ¿Cuál es la prioridad en este momento del Estado Islámico?

–Para el Estado Islámico, las prioridades son de dos tipo. Por una parte, buscan consolidar el control sobre el territorio y la población que ya tienen en su manos tanto en Irak como en Siria. Por otra, su clara intención es seguir ampliando su influencia tanto a nivel territorial a través de la adquisición de nuevas zonas bajo su poder militar además de ganarse las mentes y los corazones de los locales. En este sentido quieren consolidarse como el reemplazo oficial de Al Qaeda y ser los únicos representantes del radicalismo islámico.

- ¿Considera que con un nuevo líder al frente del Pentágono, Ashton Carter, se baraja una intervención terrestre de las tropas estadounidenses de cara a 2015?

–La decisión de desplegar tropas sobre el terreno es algo que debe ser realizado por el presidente Obama. Dicho esto, creo que la opción de poner botas sobre el terreno es una teoría que cada vez está más presente en la Casa Blanca. Si este operativo es autorizado, sí que será implementado por el nuevo secretario de Defensa.

- Esta semana, las Fuerzas de Seguridad de Argelia asesinaron al autoproclamado líder del Estado Islámico en el país africano. ¿Qué repercusión tiene este hecho en la moral e imagen del grupo terrorista y de su líder supremo, Al Bagdadi?

–La reciente muerte de un comandante del Estado Islámico en Argelia es un hecho notable, pero debe ser analizado con cautela. Hay que tener en cuenta que este grupo yihadista tiene innumerables franquicias y sucursales repartidas en muchos países. Así que es necesario llevar a cabo muchas más acciones de este tipo para conseguir erosionar de verdad las efectividad de los milicianos y sus capacidades de manera duradera. Un hecho puntual no es significativo.

- Otro de los retos para los países occidentales es asegurar sus fronteras y prevenir ataques como los llevados a cabo por lobos solitarios inspirados por el Estado Islámico. ¿Cómo valora las medidas de control que se están implementando en Europa y Estados Unidos?

–Los países occidentales están cada vez más preocupados por el peligro potencial que supone el yihadismo, ya sea de cosecha propia o como resultado de repatriados procedentes de Siria o Irak. Algunas de las medidas que se han adoptado hasta la fecha incluyen

programas de aumento de la vigilancia y lucha contra la radicalización. Pero hay mucho más que aún se puede hacer.