Política

Terrorismo yihadista

Boumedienne se hospedó en Estambul, camino de Siria

Hayat Boumeddine y Amedy Coulibaly
Hayat Boumeddine y Amedy Coulibalylarazon

Hayat Boumedienne, esposa y supuesta cómplice del terrorista francés Amedy Coulibaly, se hospedó en Estambul y luego viajó a Siria, confirmó hoy el Gobierno turco. La francesa llegó a Turquía desde Madrid el 2 de enero, se quedó en un hotel de Estambul y el 8 de enero continuó su viaje a Siria, señaló el ministro turco de Exteriores, Mehmet Çavusoglu, a la prensa turca. "La esposa de Coulibaly vino a Turquía desde Madrid; tenemos imágenes del aeropuerto. Luego se quedó, junto con otra persona, en un hotel de Kadiköy (Estambul), y el 8 de enero viajó a Siria. Esto queda claro con los registros telefónicos", dijo el ministro, informa Efe.

Según el diario turco "Hürriyet", Boumedienne se quedó dos días en el hotel Bade en Kadiköy, en el lado asiático de Estambul, y luego se desplazó a Akçakale, localidad fronteriza en el sureste del país, desde donde pasó a Siria.

La supuesta yihadista viajó en compañía de un hombre llamado Mehdi Sabri Belhoucine, y ambos salieron del hotel sólo dos veces durante su estancia en Estambul, asegura el diario "Habertürk". "Hürriyet"señala que los servicios secretos turcos tienen pruebas de que Boumedienne se halla ahora en Siria, país al que habría cruzado de forma ilegal.

Había pasado más veces por España

Las Fuerzas de Seguridad investigan si Boumeddiene ha realizado más viajes a través de España, tanto para llegar desde Siria-Irak a Europa como para dirigirse a la zona de combate, según han señalado a LA RAZÓN expertos en la materia.

Los servicios de información franceses detectaron que a primeros de enero Hayat viajó a Turquía vía Madrid, para después, gracias a las infraestructuras clandestinas del Estado Islámico, volver a las zonas ocupadas por esta banda islamista en la zona de conflicto de Siria-Irak.

Los investigadores españoles revisan las listas de pasajeros de los vuelos con destino o procedencia de Turquía o de otros países utilizados por los terroristas para llegar o regresar de Siria, con la finalidad de comprobar si entre ellos está Hayat.

Su detención cuando ha utilizado nuestro país como zona de tránsito no resultaba posible, ya que no consta que existieran requisitorias judiciales contra ella, o que figurara en la lista de personas sospechosas de pertenecer a bandas terroristas.

Las citadas fuentes dan por hecho que Boumeddiene milita, como su novio, en el Estado Islámico y sospechan que podría haber realizado el papel de «correo», para traer dinero e instrucciones al comando y, una vez decididos los atentados contra la revista «Charlie Hebdo» y el referido supermercado, regresar a Siria para informar a los cabecillas de los planes de la célula.

Lo que parece claro, agregan, es el papel determinante que en los ataques de París ha tenido el Estado Islámico. Además, resulta significativo que la única superviviente de la célula haya viajado a Siria si, como mantienen algunos medios, ha sido la facción de Al Qaeda en el Yemen la que organizó las masacres de París.

El propio Amedy Coulibaly grabó un vídeo antes de los atentados en el que juró fidelidad al Estado Islámico y en el que explica que se coordinó con los hermanos Kouachi para tener el mayor impacto posible: «Ahí lo tenéis, hicimos algunas cosas juntos, otras por separado, para tener más impacto».

De estas palabras podría deducirse una colaboración que, salvo que se conozcan nuevos datos en las próximas semanas, parece impensable entre el Estado Islámico (EI) y alguna de las franquicias de Al Qaeda (AQ). En cualquier caso, lo dicho por Coulibay demostraría que él se valió de los citados hermanos y no al revés.

Lo que ha ocurrido hasta el momento, desde que Abu Bakr al Bagdadi rompió con Ayman Al Zawahiri (AQ), es que los militantes de esta segunda banda yihadista se han pasado en masa a la primera, por lo que los expertos creen que, sobre todo a raíz de los movimientos realizados por Hayat Boumeddine, la iniciativa ha correspondido a los secuaces de Al Bagdadi, a pesar de que reivindique los atentados cualquiera de los grupos terroristas islamistas, aunque sea por el hecho de haber entrenado en su día a uno de los miembros del comando.

Cabe la posibilidad que se hubiera establecido una colaboración a nivel local, en París, entre ambas bandas criminales, ya que en el mundo del terrorismo yihadista no se debe descartar ninguna hipótesis, pero parece poco probable.

Existe otro dato que implica al Estado Islámico en las masacres de la capital gala. Militantes de esta banda, pertenecientes a la Wilaayat «Al-Barakah», amenazaron a Francia el pasado diciembre. El 19 de diciembre de ese mes, en los perfiles de Twitter utilizados por el EI, se difundió un vídeo que muestra a militantes de esa organización criminal haciendo una llamada a los musulmanes que no pueden ir a Siria para que ataquen los intereses de Francia desde el interior.

Correo electrónico

En el vídeo aparece el logotipo de la «Wilaayat al Barakah» y una serie de terroristas armados, que hablan un perfecto francés, dicen: «Si usted no es capaz de unirse a nosotros (...), no deje que vivan en paz. Haga explotar Francia. Reviente sus cabezas, ya sea con una piedra o con cualquier cosa si usted no es capaz de comprar un arma».

Al día siguiente, el 20 de diciembre, un yihadista, que portaba un cuchillo, atacó a la Policía francesa en la comisaría de Joue-les-Tours con gritos de «Allahhu Akbar». El terrorista fue abatido por los agentes.

El agresor era un francés nacido en Burundi en 1994, que tenía antecedentes por delitos comunes. Su hermano era conocido por sus posiciones radicales y durante algún tiempo estuvo intentando marcharse de Francia hacia Siria antes de darse por vencido.