Política

Unión Europea

Brexit: May arranca a la UE más garantías sobre la salvaguarda irlandesa

El nuevo instrumento es legalmente vinculante, como reclaman los “tories” euroescépticos

La “premier” Theresa May se puede enfrentar hoy a otra derrota histórica en la Cámara de los Comunes / Reuters
La “premier” Theresa May se puede enfrentar hoy a otra derrota histórica en la Cámara de los Comunes / Reuterslarazon

El nuevo instrumento es legalmente vinculante, como reclaman los “tories” euroescépticos.

El futuro de Reino Unido en la UE podría decidirse esta noche en Westminster. Y el uso del condicional está más que justificado porque con el Brexit ha quedado probado que todo puede cambiar en el último momento y los calendarios oficiales no siempre están ahí para cumplirse. Todo apunta a que sus señorías volverán a rechazar hoy el acuerdo de retirada en la votación clave que tendrá lugar en la Cámara de los Comunes, a poco más de dos semanas de que se cumpla la fecha de salida del bloque. Tras la derrota histórica cosechada en enero al presentar por primera vez el pacto cerrado con los Veintisiete, el único objetivo de la «premier» ha sido intentar conseguir algún tipo de concesión por parte de Bruselas respecto al «backstop». La polémica salvaguarda para evitar una frontera dura en Irlanda es el principal escollo por el que sus señorías no dan el visto bueno.

En los últimos dos meses, no ha habido ningún tipo de avances. Aunque la líder «tory» viajó anoche hasta Estrasburgo para reunirse a última hora con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a fin de poder salvar «in extremis» la situación. Y parece que la «premier» volvió a salirse con la suya en el último momento. El presidente de la Comisión Europea anunció anoche el acuerdo de un nuevo instrumento legalmente vinculante y que da más garantías a las dos partes sobre la salvaguarda irlandesa. «Es una póliza de seguros», dijo Juncker, quien insistió en que el nuevo instrumento «complementa el acuerdo sin reabrirlo». A su lado, May explicó que lo que se ha añadido es «jurídicamente vinculante, que es lo que pidió el Parlamento británico.

La salvaguarda plantea dejar, temporalmente, a Reino Unido en la unión aduanera y al Ulster alineado con el mercado único de bienes hasta cerrar un acuerdo comercial. Pero los «brexiters» consideran que es una «trampa» que deja al país «sine die» en la normativa comunitaria.

Los euroescépticos reclaman poder salir de manera unilateral cuando quieran. En este sentido, el negociador europeo, Michel Barnier, señaló el viernes que, a fin de desbloquear la situación, se ha aceptado que Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales) pueda hacerlo. No así la provincia de Irlanda del Norte. Y esto es la principal preocupación para el DUP, que no está dispuesto a apoyar ningún pacto que deje al Ulster con un estatus distinto al del resto de Reino Unido.

Bruselas defiende que ha ofrecido a la parte británica «garantías» de que la red de seguridad diseñada para evitar la vuelta a una frontera física en el Úlster, de activarse, se aplicaría solo «temporalmente». Asimismo, asegura que la UE se mantiene dispuesta a negociar durante el periodo de transición «alternativas» mejores para la relación futura. Hasta anoche, estas palabras no habían sido suficientes para May. Pero todo podría cambiar en el último momento a fin de evitar otra humillación parlamentaria si es que llega a presentarse. Muchos conservadores presionan para posponerla y presentar una moción con nuevas propuestas que puedan contar con la mayoría.

Si finalmente hay votación y la Cámara Baja no ratifica el pacto, los diputados votarían mañana si quieren abandonar el 29 de marzo la UE sin pacto. Y si esta opción tampoco prospera, el jueves se celebrará otra votación para solicitar una extensión de plazos. Aunque estaba previsto que el Partido Laborista presentara hoy una enmienda solicitando otro plebiscito, finalmente pospondrán sus planes para más adelante. La táctica estaría acordada con People's Vote, ya que no quieren quemar aún ese cartucho, conscientes de que hoy no existe una mayoría en los Comunes que respalde otra consulta.

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, se centrará en criticar a May y, en caso de derrota, no se descarta que presente otra moción de censura. Los «tories» quieren evitar a toda costa unas elecciones anticipadas. Pero cada vez existe más presión para que May dimita tan pronto como termine marzo, a fin de que otro «premier» tome las riendas.