Crisis migratoria en Europa
Bruselas denuncia la parálisis en la crisis de refugiados
Los líderes europeos se reúnen hoy sin haber aportado los fondos ni cumplido con las cuotas.
Los líderes europeos se reúnen hoy sin haber aportado los fondos ni cumplido con las cuotas.
Europa necesita ir más allá de las palabras. Los líderes europeos han coincidido en que la gestión de la crisis de los refugiados en Europa tiene que ir acompañada de una buena política de retorno y proyectos de cooperación con los países de origen. «Pronto habrá que hablar de financiación», reconoció la canciller alemana, Angela Merkel, en su última intervención ante el Parlamento Europeo. Pero las promesas de los Estados no llegan a materializarse.
Los Estados piden a la Comisión Europea que prepare iniciativas para atajar la crisis, pero luego apenas se ve respaldada por los Ejecutivos. Una situación que tiene que cambiar, porque el compromiso de los Estados tiene que ser consecuente con sus mensajes. Así lo señaló ayer el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, quien pidió a los líderes europeos, que se dan cita hoy y mañana en Bruselas, que cumplan con sus compromisos.
Uno de los proyectos de cooperación con los países de origen es el denominado Fondo para Africa, al que la CE pretende dotar de 1.800 millones de euros. Por ahora, las contribuciones de los socios alcanzan los 9 millones de euros; una contribución a partes iguales de España, Luxemburgo y Alemania. «Los Estados miembros ya han hablando lo necesario, ahora les queda andar el camino», dijo Timmermans. La cumbre que comienza hoy en Bruselas no contempla grandes acuerdos en materia migratoria. El borrador de conclusiones con el que se trabaja apenas recoge los mismos puntos de los que se ha venido hablando en los últimos meses: la necesidad de implementar una política de retorno efectiva, la cooperación con terceros países como Turquía, la revisión de las políticas de asilo o el refuerzo de la seguridad en las fronteras. Respecto a la colaboración con Turquía, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió ayer al Gobierno de Grecia que envíe a Ankara patrullas navales que ayuden a frenar la inmigración irregular hacia Europa, después de que Atenas lo rechazara el martes abiertamente.
Por otro lado, los líderes explorarán la posibilidad de poder acomodar a los refugiados hasta que puedan volver a su país de origen, lo que abre la puerta al concepto de refugiado temporal. En cuanto a la situación concreta en Siria, los Veintiocho tienen previsto mostrar su «preocupación» por la actuación rusa y volver a pedir un solución política, que no militar, al futuro del país.
Al margen de la cuestión sobre los refugiados, Reino Unido planteará hoy directamente a Juncker sus demandas para mejorar su relación con la Unión Europea en un almuerzo de trabajo. Fuentes europeas reconocieron que el «premier» británico, David Cameron, no ha sido muy hábil con la convocatoria del referéndum sobre la pertenencia a la UE. Los Veintiocho se limitarán a «tomar nota de los planes de referéndum británicos». Juncker reconocía ayer ante el Parlamento Europeo que Reino Unido necesita a la UE, aunque no todo el mundo así lo piense en el país. «Es su problema. La Unión Europea necesita a Reino Unido», añadía. El luxemburgués siempre ha dicho que el país merece un «acuerdo justo» y ayer lo volvió a repetir ante el Parlamento. «Estamos trabajando justo en esa dirección, pero se necesitan dos para el tango», declaró, tras reconocer que no se han conseguido muchos avances al respecto.
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