Estados Unidos

California sentencia la candidatura de Clinton

El demócrata Sanders podría exigir una convención abierta si su rival no logra una gran ventaja

El precandidato demócrata Bernie Sanders, durante un acto de campaña en San Diego
El precandidato demócrata Bernie Sanders, durante un acto de campaña en San Diegolarazon

El demócrata Sanders podría exigir una convención abierta si su rival no logra una gran ventaja

Está a punto de conseguir los delegados necesarios para convertirse en la candidata oficial del Partido Demócrata. Sin embargo, se trata de una presumible victoria amarga, ya que la ex jefa de la diplomacia Hillary Clinton no consigue distanciarse lo suficiente de su único rival: el senador de Vermont Bernie Sanders. Las primarias que hoy se celebran en California y en otros cinco Estados, con un total de 806 delegados en juego, serán decisivas.

Clinton se encuentra a tan sólo 26 delegados de los 2.383 necesarios para hacerse con la nominación oficial. Arrasó el sábado en las primarias de las Islas Vírgenes estadounidenses, el domingo en Puerto Rico, pero sin duda es California (546 delegados) la que sentenciará su candidatura. En ese Estado, Clinton y su marido, el ex presidente Bill Clinton, se han empleado a fondo en la campaña. En San Diego, los seguidores de Clinton y Sanders protagonizaron altercados en un acto del ex mandatario, lo que muestra la polarización del votante demócrata. De ahí el riesgo que corre Clinton si no consigue arrancar el apoyo de los votantes de Sanders de cara a las presidenciales de noviembre en las que, si no hay imprevistos, competirá por la Casa Blanca contra el republicano Donald Trump. Los conservadores también votarán hoy, aunque el resultado no goza de interés al haber conseguido ya el magnate los delegados necesarios para su nominación automática.

Todas las miradas están puestas en el rival de Clinton. Sanders deberá decidir su camino esta noche e implementar una nueva estrategia. En caso de obtener un buen resultado y seguir presionando a la ex secretaria de Estado, podría reclamar una convención abierta en junio, a pesar de que Clinton se hiciera con los votos necesarios. En caso de distanciarse de ella, Sanders podría anunciar su renuncia inmediata y dejar vía libre a la ex primera dama.

«Vamos a hacer una campaña peleona. Pienso señalar en cada momento que me sea posible por qué creo que el nominado republicano [por Donald Trump] no debe llegar a la Casa Blanca. Quiero ganar por mucho en California. Significa todo para mí», dijo ayer exultante Clinton, que va por delante de Sanders sólo por dos puntos, según la media de las encuestas en California. Ni siquiera los analistas demócratas consideran a Hillary una candidata fuerte. En cambio, temen que las ideas de Sanders, consideradas en Estados Unidos socialistas, puedan alejar a los votantes moderados que los demócratas necesitan para mantener la Casa Blanca. Por eso, quieren que Clinton se convierta lo antes posible en la candidata oficial del partido y todos cierren filas en torno a ella.

«Este año lo más importante de las convenciones serán las voces que no están conformes con el resultado de las primarias. Lo más relevante será ver si el senador Sanders unirá al partido, que yo creo que sí lo hará. De todas formas, los votantes de Sanders necesitan saber si realmente Hillary Clinton tendrá las propuestas de Sanders en cuenta o no», asegura Melinda Henneberger, editora jefe de la publicación especializada en el Congreso «Roll Call». Por el momento, Sanders ha prometido dar la batalla y hasta hoy lo ha conseguido. La que suponía que sería para Clinton una carrera fácil hacia la candidatura demócrata, se ha convertido un una nueva pesadilla política para la ex secretaria de Estado.

Sentada en Trump Tower

Las palabras del candidato republicano, Donald Trump, contra las minorías han levantado ampollas en el país. Ayer, un multitudinario grupo de hispanos se manifestó en la entrada de la Torre Trump en Nueva York para protestar por las palabras del magnate contra el juez de padre mexicano que instruye una demanda contra la universidad que llevasu nombre.