Catástrofe en Asia
Cambio climático, hasta cierto punto
l ¿El cambio climático influye de alguna manera en la formación de tormentas tropicales?
–Hasta cierto punto. Las temperaturas en la superficie del mar son más altas desde que existe el calentamiento global. El aire que está sobre los mares es más cálido en 0,6ºC desde 1970, y un 5% más húmedo de media. Como consecuencia, las tormentas se extienden y se concentran en la humedad, lo que retroalimenta las tormenta y provoca lluvias. Estas lluvias son entre un 5% y un 10% más intensas, y las tormentas son más fuertes debido a la liberación del calor latente. Este proceso enfría los océanos dejándolos menos propicios para la siguiente tormenta hasta que éstos se vuelven a calentar con el sol. Lo que han demostrado los estudios es que para predicciones con cinco días de antelación, el rumbo de la tormenta apenas cambió, pero en todos los casos en los que la temperatura en la superficie del mar era un grado menor, las tormentas eran considerablemente más débiles. Y como consecuencia, las tormentas interiores también eran más débiles. El daño se corresponde con la velocidad del viento al cubo, de manera que un factor de menos 2 significa un factor de menos 8 en los daños ocasionados.
l ¿Puede haber un punto de inflexión si no se toman medidas contra el cambio climático?
–Hay una variabilidad natural muy alta de una tormenta a otra y de un año a otro. Así que cuando miramos las observaciones es muy complicado. También las observaciones pueden mejorar con el tiempo. Algunos de nosotros tenemos datos suficientes como para estar preocupados, pero hay otros que no piensan igual. Así que si esperamos hasta que las evidencias sean tan claras como para que todos estén de acuerdo, será demasiado tarde para hacer algo al respecto.
-¿Es posible que en un futuro muy lejano veamos tormentas tan agresivas como la de Filipinas en zonas donde no las hay ahora?
–Sí. No obstante, las tormentas tropicales suelen producirse en determinadas zonas donde las temperaturas de la superficie del mar son superiores a los 26 grados. Esas zonas se están expandiendo un poco. En 2005, el año en el que ocurrió el «Katrina», hubo muchas tormentas de categoría 5 (las de mayor intensidad) y algunas llegaron a lugares poco habituales, como España. [Se refiere a las tormentas «Vince» y «Delta», que dejaron daños en Andalucía y en Canarias]. También hay otras tormentas no tropicales que se ven afectadas y alimentadas en parte por los océanos. Esto incluye grandes tormentas de nieve si las condiciones son las adecuadas.
* Director de Análisis Climático del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica norteamericano (NCAR). Preguntas elaboradas por Goyo G. Maestro
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