Represión en Venezuela
Carlos Vecchio: «Voluntad Popular no dialogará en isla Margarita»
El coordinador político de Voluntad Popular asegura que el chavismo ha anulado todas las instituciones.
El coordinador político de Voluntad Popular asegura que el chavismo ha anulado todas las instituciones.
Las bases de la democracia venezolana han sido ultrajadas por los delirios populistas de un régimen que hace tiempo dejó de escuchar a su pueblo. Por ello, a sus críticos, ya sea en la calle o en el Parlamento, no les quedan más armas que alzar la voz, denunciar ante la comunidad internacional las embestidas del oficialismo. Carlos Vecchio, hombre de confianza de Leopoldo López y exiliado a causa de la persecución chavista, asegura en una entrevista telefónica con LA RAZÓN que «el revocatorio contra Nicolás Maduro está muerto» en este momento y que hasta que no se les permita a los venezolanos votar para decidir si quieren o no que el presidente siga al frente del país «no nos sentaremos en ninguna mesa con el oficialismo para dialogar».
–¿Cuáles serán los pasos que permitan activar el juicio político contra Maduro que anunció el domingo la oposición?
–Realmente no es «impeachment», ya que, aunque este proceso sí está recogido en nuestra Constitución, se requeriría la incorporación del Tribunal Supremo de Justicia para autorizar su activación en la Asamblea Nacional. El Supremo trabaja al servicio del chavismo, por lo que sería una vía muerta. Por eso, lo que ahora se está produciendo en el Parlamento es un debate político sobre el concepto del abandono del cargo por parte del presidente. Es un trámite que no está desarrollado en la Constitución ni en ninguna ley y que sólo puede ser decretado por la Asamblea Nacional. Es un debate sobre si Maduro está actuando dentro del marco constitucional en sus competencias o si ha hecho un abandono de su cargo en sus funciones como presidente.
–¿Y qué efecto puede tener esta medida?
–De este debate puede salir una comisión para verificar lo que se ha debatido. En Venezuela existe una profunda crisis política que envuelve lo institucional. El Parlamento nacional está literalmente cerrado, ya que todo lo que sale de él queda anulado por una sentencia del Supremo dictada por el chavismo. Por lo tanto, el Gobierno de Maduro ha anulado el Parlamento manipulando la Justicia venezolana. Esto es un reflejo de la crisis política que se vive en Venezuela. Es un golpe de Estado. En el siglo XX se metían tanques militares en el Parlamento, como hizo Fujumori, ahora se utiliza a los órganos judiciales. Maduro, al no tener respaldo popular, ha decidido usar la fuerza para mantenerse en el poder y controlar las instituciones. Por lo tanto, nuestro debate puede que jurídicamente no tenga impacto, pero sí lo tiene a nivel político.
–El lunes se anunció la apertura de una mesa de negociación entre el oficialismo y la oposición en Isla Margarita el próximo domingo, auspiciada por el Vaticano. ¿Acudirán a la cita?
–Voluntad Popular (partido integrado en la coalición opositora Mesa de Unidad Demócratica) no acudirá a ese encuentro. No sabemos de dónde ha salido esa iniciativa, es más, creo que es fruto de un error porque nadie nos ha preguntado. Nosotros no hemos acordado ningún tipo de diálogo ni lo haremos mientras se les siga robando a los venezolanos el derecho a votar. Ahora mismo no se dan las condiciones para el diálogo. Más bien lo que hemos visto es una manipulación por parte del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero para generar las mejores condiciones para Maduro y no para el país. ¿Por qué no se han dado estos pasos antes de cancelar el revocatorio? ¿Por qué de esta manera atropellada? Lo que sí quiero destacar es la labor del Vaticano, porque si hay una institución en la que nosotros confiamos, nos sentimos representados y respetamos es el Vaticano. Por este motivo, les hemos dicho al Nuncio y al representante del Papa que en este momento no se están dando condiciones para un diálogo, como ayer indicó el Pontífice, serio y constructivo. Con la mediación de Zapatero sólo ha habido más represión, más crisis, más inflación y más presos.
–¿Cuáles son entonces sus condiciones para sentarse con el chavismo a dialogar?
–Son dos condiciones: que tengamos el derecho a votar sobre la permanencia en el poder de Nicolás Maduro y que no haya presos políticos. No se dialogará hasta que se libere a los presos políticos. Así que la pelota está en el campo de Maduro. Él debe ceder y frenar el autoritarismo.
–¿Podría fracturarse la unidad de la MUD si algunos partidos que la conforman acuden a Isla Margarita?
–Sí que existe la disposición de algunos para sentarse. Acción Demócratica, por ejemplo, ha dicho que irá si lo hacen todos los partidos de la MUD. Si quieren ir algunos, que vayan, nosotros no lo haremos. Esto es algo auspiciado por Zapatero que lo único que provoca es más crisis política y social en el país. La mediación que ha realizado ha sido un fracaso.
–Hoy deberían estar en la calle recogiendo firmas para el revocatorio y, en vez de eso, se encuentran con las manos atadas. ¿Considera que es el fin del referéndum contra Maduro?
–Nos han robado nuestros derechos. Dijeron que la suspensión del revocatorio es temporal, pero no hay nada más peligroso que el chavismo diciendo «temporal» porque eso quiere decir «eterno». El revocatorio está, sencillamente, muerto, porque nunca resolverán la situación de bloqueo actual.
–¿La violencia infligida por simpatizantes chavistas el fin de semana en la Asamblea Nacional es síntoma de la desesperación del régimen?
–Es parte de su esencia. Cuando ellos asaltaron el Parlamento dejaron claro del lado en el que está la violencia. Fíjese, Leopoldo López está encarcelado por hablar, y a los que irrumpieron de manera violenta en el Parlamento no les ha ocurrido nada. Están en libertad. Si hubiéramos hecho eso nosotros cuando el oficialismo era mayoría en el Parlamento, estaríamos detenidos todos. Sembrar el terror y la violencia es la esencia del chavismo, que ha cerrado todas las vías democráticas de expresión.
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