Pakistán
Condenada a muerte una mujer por quemar viva a su hija por casarse sin su permiso
Zeenat Bibi, de 17 años, fue rociada con queroseno y quemada por su madre con la ayuda de un hijo en su casa de la ciudad oriental de Lahore
Zeenat Bibi, de 17 años, fue rociada con queroseno y quemada por su madre con la ayuda de un hijo en su casa de la ciudad oriental de Lahore
Un tribunal paquistaní condenó a muerte a una mujer por quemar viva y matar a su hija por casarse sin su permiso, en lo que en el sur de Asia se conoce cono crimen de "honor", informó hoy la televisión estatal de Pakistán.
Un juez de una corte antiterrorista condenó ayer a muerte a Parveen Bibi por el asesinato confeso de su hija Zeenat Bibi, mientras el hermano de la víctima fue sentenciado a cadena perpetua por su implicación en los hechos.
"Apelaremos la sentencia del hermano en una corte superior. También podríamos apelar la condena de la madre", dijo el abogado de la defensa Sajid Chaudhry en declaraciones recogidas por la cadena PTV.
Los acusados fueron juzgados en un tribunal antiterrorista por el uso de queroseno en el crimen.
Zeenat Bibi, de 17 años, fue rociada con queroseno y quemada por su madre con la ayuda de un hijo en su casa de la ciudad oriental de Lahore, una semana después de que se casara sin el permiso familiar.
La familia pidió a la víctima que regresase a la casa familiar tras fugarse con su marido para celebrar su boda y fue entonces cuando la mataron.
Los llamados "crímenes de honor"son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar a varones de una familia que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales.
En 2015, 923 mujeres fueron víctimas de ese tipo de crímenes en Pakistán, según un informe de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), que advierte que esa cifra esconde una realidad aún mayor que queda fuera de los registros.
El Gobierno paquistaní aprobó el pasado octubre una ley que prohíbe los perdones de los familiares de las víctimas en este tipo de delitos, un agujero legal con el que muchos hombres quedaban libres tras matar a una mujer, en general una hermana o una esposa.
Además, la ley estableció una pena obligatoria de 25 años de prisión para aquellos que cometan estos crímenes y la creación de vías rápidas en los tribunales.
Efe
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