Política

Canadá

Crece la tensión entre China y Canadá por el caso Huawei

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acusa a la nación comunista de utilizar arbitrariamente su sistema judicial como presión tras el arresto en Canadá de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou

Robert Lloyd Schellenberg fue detenido en 2014, acusado de traficar con drogas / Reuters
Robert Lloyd Schellenberg fue detenido en 2014, acusado de traficar con drogas / Reuterslarazon

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acusa a la nación comunista de utilizar arbitrariamente su sistema judicial como presión tras el arresto en Canadá de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou.

La tensión entre China y Canadá a raíz del caso Huawei se agudiza cada día más. Si el lunes Pekín anunciaba la condena a muerte de un ciudadano canadiense, horas después el primer ministro del país norteamericano, Justin Trudeau, acusaba a la nación comunista de utilizar arbitrariamente su sistema judicial para presionarles tras el arresto en Canadá de la gerente financiera de la gran empresa de telecomunicaciones china, Meng Wanzhou. Sus declaraciones no cayeron en saco roto y China recogía ayer el guante para mostrar su “fuerte insatisfacción” y criticar con dureza las palabras del mandatario.

Trudeau debería “respetar el estado de derecho, respetar la soberanía judicial de China, corregir errores y dejar de hacer declaraciones irresponsables”, afirmó la portavoz del ministerio de Exteriores, Hua Chunying. Ni corta ni perezosa, Hua insistió en que "todas las personas son iguales ante la ley en China"y aseguró que "quien detiene arbitrariamente a ciudadanos extranjeros es la parte canadiense".

Con esa afirmación, Pekín hacía referencia al arresto de Meng a petición de Estados Unidos por supuestamente llevar a cabo actos fraudulentos e incumplir las sanciones de EEUU contra Irán el pasado 1 de diciembre, una detención que supuso el punto de partida de la crisis abierta entre los dos países. Desde entonces, la relación entre Ottawa y Pekín se ha recrudecido de manera proporcional a las represalias tomadas por China contra ciudadanos canadienses, unas acciones que Pekín niega que tengan relación alguna con el caso Huawei.

No en vano, pocos días después del arresto de Meng, las autoridades del gigante asiático detuvieron a Michael Kovrig y Michael Spavor, dos nacionales canadienses a los que acusaron posteriormente por separado de poner en riesgo la seguridad nacional china, un eufemismo usado por el gobierno comunista cuando se quiere acusar a alguien de espionaje. Después, llegó el caso de Robert Lloyd Schellenberg, el joven de 36 años acusado de traficar con drogas y que tras ser condenado a 15 años de cárcel, apeló asegurando que era inocente. Su caso comenzó a revisarse coincidiendo con la detención de Meng hasta que esta semana se conoció la nueva sentencia. Y con ella, un empeoramiento de la situación.

Diversos grupos defensores de los derechos humanos señalaron que el castigo a Schellenberg era demasiado severo y sugirieron que podría estar motivado políticamente. “China se va a enfrentar a muchas preguntas de por qué esta persona en particular, de esta nacionalidad en particular, ha tenido que ser procesada de nuevo en este momento en particular”, apuntó la directora de Human Rigths Watch en China, Sophie Richardson. Por su parte, William Nee, de AI para China se lamentó por la sentencia, especialmente porque “ya hemos visto que en casos altamente politizados el juicio es a menudo un mero espectáculo con el resultado ya decidido”.

Incluso el multimillonario fundador del gigante de las telecomunicaciones Huawei, Ren Zhengfei, rompió ayer años de silencio. Consciente de la crisis abierta a causa de su poderosa compañía, el fundador de 74 años calificó a Trump de “gran presidente” e indicó que espera que el magnate americano intervenga en el caso de su hija mayor, quien permanece en libertad bajo fianza a la espera de la posible extradición a EEUU. Asimismo, el empresario chino aseguró que su compañía no ha usado su tecnología para espiar a otros países, una afirmación que algunas naciones sostienen y por la que le han prohibido acceder a sus redes de nueva generación.

"Ren Zhengfei no da muchas entrevistas, pero su decisión de hablar públicamente parece una decisión inteligente", indicó Brock Silvers, director de la consultora Kaiyuan Capital. "La amenaza para los negocios europeos de Huawei es real y está respondiendo de manera comprensible. Los comentarios públicos de Ren muestran cuán seriamente ve la situación", añadió. Precisamente, son muchos los expertos que comparten la teoría de que es esa amenaza a la seguridad nacional el origen de esta crisis, ya que en ocasiones similares pero con otras compañías EEUU no ha detenido a sus altos ejecutivos. Hasta que se resuelva el caso, es probable que se sigan produciendo detenciones en ambas orillas del Pacífico. Por el momento, los nacionales chinos y canadienses están avisados. Ante el riesgo de ser arrestados “de manera arbitraria” en ambos lugares, no deben bajar la guardia y tienen que mantener un alto nivel de precaución.