Elecciones

La derecha se impone en Croacia a la oposición prorrusa, pero le será difícil gobernar

El presidente Milanovic irrumpió en la campaña con un discurso en contra del envío de armas a Ucrania

Los escándalos de corrupción pasaron este miércoles factura en las urnas en Croacia al primer ministro, el conservador Andrej Plenkovic, pero no fueron suficientes para aupar al poder a la oposición socialdemócrata encabezada por el presidente del país, el populista y prorurso Zoran Milanovic.

La Unión Democrática Croata (HDZ), la formación conservadora de Plenkovic que ha gobernado 25 de los últimos 33 años de independencia de la exrepública yugoslava, ganó con claridad las elecciones legislativas al sumar 58 escaños, ocho menos que en 2020, según el sondeo a pie de urna de la televisión Nova.

En segundo lugar, se sitúa la coalición Ríos de justicia, liderada por el socialdemócrata SDP, con 44 escaños, también insuficientes para sumar una mayoría en el Parlamento de 151 diputados.

El partido nacionalista de derechas Movimiento Patriótico quedó en tercer lugar con 13 escaños y su apoyo puede ser determinante para formar Gobierno, al igual que los 11 diputados del ecologista Mozemo (Podemos) y los 9 de los liberales de Most (Puente). Estos partidos serán clave para conformar un Gobierno estable en unas negociaciones de coalición que todos los analistas ya vaticinan como difíciles.

Branko Bacic, viceprimer ministro de Gobierno y «número dos» en la HDZ, se mostró satisfecho con el resultado de los sondeos y espera que el recuento oficial les otorgue 60 escaños. «Creo que podremos componer un Gobierno estable», auguró Bacic en la televisión N1. Desde 2020, los conservadores han gobernado en coalición con una formación liberal y el apoyo de los diputados de las minorías, pero la pérdida de ocho escaños del HDZ, según esta proyección, hace que se requieran más apoyos.

Unos 3,7 millones de croatas estaban convocados ayer a las urnas para elegir, en unos 7.000 colegios electorales su nuevo Parlamento en unas elecciones marcadas por los insultos y los mensajes populistas y euroescépticos de Milanovic.

«Espero negociaciones y acuerdos con todos los que no quieren permitir robos y saqueos», declaró tras depositar su papeleta Milanovic, aludiendo a los muchos escándalos de corrupción que lastran al Gobierno de la HDZ. Al anunciar hace un mes que se presentaba como candidato a primer ministro en estas elecciones sin intenciones de dimitir del cargo de presidente del país mientras no consiga esa meta, Milanovic desoyó al Tribunal Constitucional, que le recordó que no podía hacer campaña electoral mientras permanecería ocupando el cargo de jefe de Estado. Milanovic convocó por primera vez las elecciones para un día laboral, el miércoles, que ha tenido que ser convertido por ello en día no laboral, con la argumentación de que la asistencia sería mayor así.

Milanovic centró sus críticas en la corrupción del HDZ y la influencia de lo que él considera poderes corruptos dentro del Estado, con lo que justificó ignorar abiertamente la decisión judicial que vetaba su participación en la campaña. El presidente, una figura popular pero también muy polarizadora, ha criticado el envío de armas a Ucrania para defenderse de la agresión rusa al considerar que alarga el conflicto, una posición similar a la del primer ministro ultranacionalista húngaro, Viktor Orban, y más recientemnte al primer ministro eslovaco, Robert Fico.

El presidente croata, que se mostró contrario al ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN, no ve necesario defender y armar a Ucrania porque no forma parte de la Alianza Atlántica.