Alemania

¿Deshidratación? ¿Parkinson? Los rumores sobre la salud de Merkel se disparan

El Gobierno ha sabido evitar las filtraciones pese a que los ataques se repiten desde 2014

Angela Merkel se sujeta los brazos mientras es presa de los espasmos en la recepción de hoy en la Presidencia alemana/Reuters
Angela Merkel se sujeta los brazos mientras es presa de los espasmos en la recepción de hoy en la Presidencia alemana/Reuterslarazon

El nuevo episodio de temblores sufrido por la canciller inquietan a los alemanes. El Gobierno ha sabido evitar las filtraciones pese a que los ataques se repiten desde 2014

¿Angela Merkel sufre problemas graves de salud? La pregunta saltó desde la opinión pública alemana a la comunidad internacional después de que sufriera fuertes temblores en público la semana pasada junto al nuevo primer ministro ucraniano, Vladimir Zelenski. Y este jueves la preocupación aumenta después de que el episodio de espasmos se repitiera durante durante el acto celebrado en el palacio de Bellevue, en Berlín, sede de la Presidencia alemana. Merkel se encontraba ante el jefe del Estado, Frank-Walter Steinmeier, de la ya exministra de Justicia alemana Katharina Barley, que se marcha a Bruselas, y a su sucesora, Christine Lambrecht.

La semana pasada diversas fuentes de la Cancillería y la propia Merkel atribuyeron los espasmos a una deshidratación debido a las altas temperaturas. La recepción a Zelenski, en medio de un desfile militar, se produjo a unos 30º C. Al sonar el himno alemán, Merkel se apretaba las manos y poco después su cuerpo empezaba a temblar incapaz de controlar los espasmos.Con los brazos levemente tendidos hacia adelante, intentó de manera visible atenuar estos temblores, durante al menos medio minuto.

Después del himno, la canciller pareció mejorar y pudo recorrer con paso rápido la alfombra roja junto a Zelenski hacia el interior del edificio donde hizo una pausa para recibir el saludo de la banda militar. Más tarde, una media hora después de la escena, Merkel aseguró con una sonrisa haberse recuperado. “Bebí por lo menos tres vasos de agua, algo que manifiestamente me faltaba, y ahora me siento muy bien”, contestó al ser preguntada por un periodista en una comparecencia a la prensa.

Sin embargo, hoy los temblores se produjeron en una estancia interior. Le ofrecieron agua y la rechazó. Y minutos después su oficina confirmaba que mantenía su agenda y su viaje a la cumbre del G20 que comienza mañana en la ciudad japonesa de Osaka. Las especulaciones sobre los síntomas se han disparado y pese a que la salud de la canciller es un secreto de Estado en Alemania, parte de la prensa especula ya con que, aparte de episodios de deshidratación puntuales, pudiera padecer Parkinson. También otras fuentes especulan con que pudiera deberse a la medicación o incluso al estrés que lleva aparejada una agenda tan intensa como la de la canciller.

La escena reprodujo las dudas surgidas en los últimos años sobre su salud. Merkel cumplirá el próximo mes 65 años y se encuentra en su última legislatura tras haber anunciado su retiro de la política en 2021, una vez finalice su actual mandato. En diciembre del año pasado fue elegida ya su sustituya para la jefatura del partido Annegret Kramp-Karrenbauer, en una planificada retirada gradual de la canciller.

Nuevas especulaciones

No es la primera vez por tanto que explotan las especulaciones, especialmente por los elevados niveles de estrés tras casi 14 años ininterrumpidos de gobierno. En 2015, y durante una presentación de la ópera “Tristán e Isolda” en el Festival Wagner de Bayreuth, Merkel se cayó de su silla en el entreacto y medios locales hablaron de un posible mareo o desvanecimiento. Un día después publicaban una rectificación en base a información oficial, explicando que la canciller no se había mareado sino que la silla se había roto al momento de sentarse, provocando la caída.

Pero las dudas continuaron, especialmente porque muchos recordaron otro episodio, éste de 2014, en el que Merkel sufrió una descompensación en medio de una entrevista con la cadena ZDF. En esa ocasión la canciller también aseguró que el problema había sido la deshidratación, aunque, en cualquier caso, no sufrió los temblores de la magnitud de los que experimentó la semana pasada ni hoy. Hace dos años, la canciller sufrió nuevos espasmos en un encuentro con el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Lo cierto es que más allá de estos episodios recurrentes, se conoce poco del estado de salud de Merkel y el Gobierno alemán no suele ofrecer información al respecto, lo que alimenta las especulaciones.