Bruselas
Dinamarca asume el timón europeo en medio de las amenazas de Trump sobre Groenlandia
El país hará de la autonomía en defensa uno de los ejes de su presidencia europea
Dinamarca toma el rumbo del club comunitario este próximo 1 de julio. El país nórdico se ha marcado reforzar la seguridad y mejorar la competitividad como los dos ejes centrales de la presidencia del Consejo de la UE que ostentará los próximos seis meses. El lema de este semestre es toda una declaración de intenciones: "Una Europa más fuerte en un mundo en transformación". La última presidencia danesa tuvo lugar en 2012.
Lo cierto es que Dinamarca ha vivido en los últimos años un giro copernicano. El país, que antaño se consideraba un miembro convencido del grupo de los frugales, alérgicos a cualquier aumento del gasto europeo, ahora ha pasado a engrosar la lista de aquellos que piden abrir la cartera. Sobre todo si el dinero se utiliza para mejorar la defensa europea y que la UE sea más autónoma respecto a Estados Unidos.
"Hoy en día tenemos amenazas desde el este y desde el oeste, hay una nueva situación de seguridad que hace que debamos asumir la responsabilidad de ir en cabeza para crear una Europa más fuerte, política, económica y militarmente, porque solo así Europa podrá defenderse", aseguró hace unos días la ministra danesa de Asuntos Europeos, Maria Bjerre.
La Comisión Europea presentará la hoja de ruta en octubre
Después de que los 32 aliados de la OTAN hayan pactado incrementar el gasto público un 5% en 2035, los países europeos buscan ahora acelerar sus propios planes de Defensa. Se espera que en el mes de octubre la Comisión Europea presente una nueva hoja de ruta en aras de que la UE sea autónoma y pueda defenderse por sí misma a partir de 2030.
Además, esta necesidad de rearme europeo coincide con la presentación de un próximo marco financiero a partir de 2027. La Comisión Europea va a presentar su propuesta el próximo día 16 de julio. Aunque no se espera que durante la presidencia danesa haya un acuerdo, al país le corresponderá tomar la batuta en la primera fase de negociaciones.
En el ámbito de la Defensa, a nadie se le escapa que este semestre europeo coincide con un momento de máxima tensión política en el país, debido a las amenazas de Trump sobre Groenlandia. La isla, la más grande del mundo, está vinculada a la corona danesa, pero el inquilino de la Casa Blanca ha amenazado con coerción económica y militar si Copenhague no le vende este territorio.
Una nación constituyente
El estatus oficial de la isla, de tan solo 57.000 habitantes, es nación constituyente dentro del Reino danés que incluye a Dinamarca, Groenlandia y la Islas Feroe. Además de su riqueza en materias primas que incluyen las tierras raras, los hidrocarburos, el uranio y el oro, Groenlandia resulta esencial desde el punto de vista geográfico ya que el control del Ártico supone acceder a una ruta marítima que conecta a China con los grandes puertos europeos. Por eso, este enclave está en el punto de mira de Washington, Moscú y Pekín por su valor estratégico.
Aunque en los últimos meses, Trump parece haber estado más centrado en otros temas como la guerra comercial, nadie puede descartar que el inquilino de la Casa Blanca vuelva a las andadas. Washington ha intentado azuzar el movimiento independentista la isla para convencer a sus habitantes de que Estados Unidos les trataría mejor que Dinamarca.
Actualmente, el país de Donald Trump mantiene un destacamento militar en Pituffik, que se ha convertido en la base espacial más septentrional de Estados Unidos con 200 efectivos. Uno de los grandes interrogantes es si Trump se conformara con aumentar su presencia en la isla y olvidará sus ansias expansionistas. Además, Dinamarca también pretende acelerar durante este semestre el proceso de adhesión europeo no solo para Ucrania, sino también para Moldavia y los países de los Balcanes occidentales, en un proceso basado en el mérito de cada país.
Hacia la neutralidad climática en 2050
La presidencia danesa no solo estará relacionada con la Defensa, sino que también intentará mejorar la renqueante economía europea, después de que el informe elaborado por Mario Draghi haya alertado de que el club comunitario ha perdido competitividad económica a pasos agigantados frente a Estados Unidos y China en las últimas décadas. Dinamarca también quiere seguir impulsando la doble transición energética y digital, en un momento en el que la puesta en marcha del Pacto Verde parece haber sido puesto en cuestión por la propia Comisión Europea que lo impulsó.
"La transición verde debe continuar de forma que mantenga el nivel de ambición, a la vez que apoya la competitividad de la UE, la seguridad del suministro y garantiza la independencia de Europa de la energía rusa. La UE debe lograr la transición hacia la neutralidad climática para 2050. Entre otras cosas, esto requiere un marco climático y energético rentable que apoye la producción europea de energía limpia", reza el texto del programa.
Además, el país nórdico también hará de la lucha contra la inmigración ilegal uno de los ejes de su presidencia europea. A pesar de un ejecutivo de signo socialista, el país ha sido uno de los que más ha destacado en los últimos años por la mano dura contra la inmigración, lo que incluye pedir la expulsión de aquellos migrantes que hayan delinquido o incluso replicar el modelo de Meloni con centros fuera de las fronteras europeas para los demandantes de asilo.