Irán

Turquía intensifica su ofensiva para frenar el avance kurdo

Los ataques contra la milicia, apoyada por EE UU, prueban la fractura dentro de la coalición contra el Estado Islámico

Un incendio provocado por los bombardeos turcos contra los kurdos en ciudad de Nusaybin
Un incendio provocado por los bombardeos turcos contra los kurdos en ciudad de Nusaybinlarazon

Por segundo día consecutivo, Turquía ejecutó ayer una serie de ataques contra la milicia kurda del PYD en el norte de Siria. La ofensiva fue lanzada contra posiciones del grupo armado en la ciudad de Azaz, situada en la provincia de Alepo, en respuesta al lanzamiento de proyectiles de mortero en territorio turco, según precisó el primer ministro, Ahmet Davutoglu. Si bien Ankara ha dirigido su artillería en multitud de ocasiones contra objetivos de las denominadas Unidades de Protección del Pueblo, por sus conexiones con los rebeldes turcos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la intensificación de los bombardeos coincide con el avance de los kurdos en el norte de Siria.

Estados Unidos respondió demandando el cese de los ataques en la zona. A dicho llamamiento se sumó el ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, quien expresó su disgusto ante el deterioro de la situación en la zona. La amalgama de intereses contrapuestos en relación al conflicto sirio hace peligrar el alto el fuego pactado por varias de las naciones implicadas, que debería entrar en vigor a mediados de la semana que viene. Ankara considera inaceptable el apoyo de Washington a los insurgentes kurdos y, pese a los toques de atención de la Administración Obama, el viceprimer ministro, Yalcin Akdogan, advirtió de que su país no piensa mantener una «posición defensiva», aunque aclaró que sus palabras no implicaban que «Turquía vaya a entrar en guerra».

Los últimos movimientos sobre el terreno indican una realidad compleja. Arabia Saudí ha comenzado a enviar un número no declarado de aviones militares a la base aérea de Incirlik, al sur de Turquía, la misma empleada por cazas norteamericanos en sus operaciones contra el Estado Islámico (EI). «Arabia Saudí desplegará aviones y ha afirmado que, si llega el momento en que sea necesaria una operación terrestre, podría en ese caso enviar soldados», reveló el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu. El líder de la diplomacia turca, quien tomó parte en la Conferencia de Seguridad celebrada en Múnich, aclaró que un eventual envío de tropas terrestres al país vecino no constiye más que una posibilidad y añadió que no existen planes concretos a este respecto. Ankara y Riad coinciden en su voluntad de acabar con el régimen de Bachar al Asad y, aunque el anunciado despliegue de cazas saudíes se enmarca en las operaciones llevadas a cabo por la coalición liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico, el movimiento representa un intento de ambas naciones por dar un vuelco a la situación en Siria. Aunque su implementación no está asegurada, la fecha para un alto el fuego se halla cada vez más próxima, espoleando la determinación de ambos aliados de cercenar los logros obtenidos por sus adversarios (Rusia, Irán y el régimen de Asad) en los últimos meses de conflicto. Pero la situación sobre el terreno es tan volátil y compleja que se antoja difícil el fin de los combates.