Liga Árabe

El conflicto de Siria centra la reunión de la Liga Áraba en Qatar

Omar Hassan al-Bashir, presidente de Sudan, contempla sentado el desarrollo de la cumbre de la Liga Árabe
Omar Hassan al-Bashir, presidente de Sudan, contempla sentado el desarrollo de la cumbre de la Liga Árabelarazon

Como no podía ser de otra forma, el conflicto en Siria está centrando la reunión de la Liga Árabe que se celebra ayer y hoy en Qatar. Los 22 miembros del organismo se muestran cada vez más preocupados, tal y como remarcó su secretario general, Nabil al Arabi, asegurando que la guerra en Siria tendrá grave repercusiones en toda la región, responsabilizando de la violencia al régimen del presidente Bashar al Asad.

En un gesto muy simbólico, la oposición siria se sentó por primera vez en la silla de Damasco, que había permanecido vacía en los pasados 2 años, desde que el Gobierno sirio fuera expulsado de la Liga Árabe al comienzo de la contienda. El anfitrión, el emir Sheij Hamad Bin Jalifa, dijo que la oposición "merece esta representación por la legitimidad popular que ha ganado en casa y el amplio apoyo del que goza en el exterior". El apoyo mostrado por muchos países asistentes a la Coalición Nacional Siria –principal representante de la oposición- constituye un espaldarazo diplomático importante, que deja aislado a Damasco, el cual se mostró muy molesto con este movimiento de los vecinos y socios árabes.

El líder de la Coalición, Muaz al Jatib, ofreció un discurso apasionado y reivindicativo, en el que habló "en nombre del pueblo sirio", dando voz a su sufrimiento. Jatib culpó de ello a algunos gobiernos extranjeros, sin especificar, y pidió a EEUU y la OTAN que desplieguen misiles Patriot para defender las zonas en manos de los rebeldes, bombardeadas a diario por la aviación del régimen. Asimismo, dijo que no deben temer la presencia de "barbas"en Siria, haciendo referencia a los islamistas radicales. A pesar de haber dimitido hace pocos días, Jatib lideró la delegación siria, junto al recién elegido primer ministro "rebelde", Ghassam Hittu, que no habló.