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El Ejército egipcio ordena poner a Mubarak bajo arresto domiciliario

Hosni Mubarak saluda a la cámara durante un juicio
Hosni Mubarak saluda a la cámara durante un juiciolarazon

El faraón tiene muchas vidas y siempre reaparece en el momento menos oportuno. En medio de la más grave crisis política que vive Egipto desde 2011, el ex presidente Hosni Mubarak podrá salir de la cárcel, donde permanece desde poco después de que dejara el poder.

Un tribunal de El Cairo ordenó ayer la puesta en libertad provisional del dictador. El ex mandatario queda en libertad en el marco de un caso de corrupción, en el que se le acusó de recibir regalos millonarios del diario «Al Ahram», el de más tirada e influencia en Egipto. El lunes pasado, también se agotó la prisión provisional por otro caso de corrupción –construcción y remodelación de mansiones de su familia con dinero público–, que no está cerrado definitivamente y por el que podrían imputársele nuevos cargos.

Según la ley egipcia, Mubarak ya no puede permanecer más tiempo en prisión preventiva, a pesar de que sigue imputado en casos de corrupción, así como en el principal juicio contra él, el que se celebra por la muerte de los manifestantes durante la revuelta del 25 de enero. Mubarak tendrá que sentarse en el banquillo el domingo para responder ante esas acusaciones y el juez podría entonces decretar de nuevo prisión provisional para él, durante el tiempo que se lleve a cabo el juicio, que puede ser muy largo. De hecho, el ex presidente ya fue condenado por su papel en la muerte de unos 800 manifestantes entre enero y febrero de 2011, pero ganó la apelación y su sentencia a cadena perpetua fue anulada. El domingo se vuelve a abrir el caso, en un segundo juicio. Las autoridades han decidido mantener bajo arresto domiciliario al ex dictador, según comunicó ayer la oficina del primer ministro: «En el contexto de la ley de emergencia, el vicecomandante militar ha emitido una orden por la Mubarak deberá ser puesto en arresto domiciliario» una vez sea liberado.

La libertad del faraón es por tanto muy frágil y relativa, y podría durar tan sólo pocas horas o días. Su abogado, Farid Al Dib, declaró a los periodistas que Mubarak podría salir hoy mismo a la calle, pero no es la primera vez que el letrado lanza este tipo de rumores para crear confusión y generar expectativas que han resultado ser falsas hasta el momento. Ahora, la posible liberación de Mubarak parece más factible después del golpe de Estado apoyado por sectores del antiguo régimen, que respaldaron a los militares en contra del presidente islamista Mohamed Mursi.

La imagen de Mubarak saliendo de la cárcel de Tora, mientras la mayor parte de los líderes de los Hermanos Musulmanes permanecen entre rejas, sería muy significativa, aunque en las actuales circunstancias los egipcios de a pie están más preocupados por el sangriento presente que por el pasado. No hay ninguna posibilidad de que el anciano dictador vuelva a tener un papel político o público, ni a las autoridades interinas lideradas por el general Al Sisi les interesa que éste regrese. Sólo los nostálgicos celebran y esperan ansiosos su puesta en libertad, e incluso han lanzado una campaña en la red para pedir el voto para Mubarak en las elecciones anunciadas para 2014. «Mubarak presidente», reza la propaganda electoral, con una foto del «rais» en sus tiempos dorados. Su aspecto actual está muy deteriorado, así como su salud, por la que se ha librado más de una vez de entrar en prisión, aunque desde marzo de 2011 ha permanecido bajo arresto de forma ininterrumpida, incluso en el hospital.

Aunque quedara ahora en libertad, Mubarak no podría abandonar el país, porque se encuentra encabezando la lista de corruptos, cuyos fondos están congelados. Otros miembros de su régimen ya fueron liberados en los dos años y medio que han pasado desde la revolución.

Hosni Murbarak, ex «rais» egipcio

El faraón con siete vidas

Mohamed Hosni Mubarak llegó al poder por casualidad cuando el presidente egipcio Anuar Al Sadat fue asesinado por islamistas radicales tras haber firmado el tratado de paz con Israel en 1979. El vicepresidente Mubarak se encontraba a su lado en el palco de autoridades cuando Sadat fue tiroteado en octubre de 1981, pero ha sobrevivido a éste y otros intentos de asesinato, y a muchas «muertes» desde su derrocamiento, la última de ellas durante la campaña presidencial de 2012, cuando se declaró erróneamente su muerte cerebral. Piloto militar, empezó siendo un hombre del Ejército, pero su dictadura acabó apoyándose en los aparatos policiales, a los que les concedió enormes poderes para gobernar el país bajo el estado de emergencia de forma ininterrumpida durante 30 años. Por ello, muchos ven ahora el regreso de su régimen al poder, con la Policía más fuerte que nunca y muchos de los dirigentes políticos de su época ocupando cargos en el Gobierno interino. El «faraón» se había postulado como el hombre de la paz y la estabilidad en Oriente Medio, recibiendo al apoyo de Estados Unidos y Europa, y en su último discurso antes de marcharse aseguró a los egipcios y a la comunidad internacional que en Egipto sin él estallaría el caos. El año del islamista Mohamed Mursi en el poder le dio lamentablemente la razón.