Política

El Futuro de Venezuela

El general chavista Hugo Carvajal llama a la rebelión

El ex jefe de los servicios secretos reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela

Imagen de archivo del exgeneral Hugo Carvajal
Imagen de archivo del exgeneral Hugo Carvajallarazon

Mientras la música de ambos conciertos suena en la frontera y la ayuda humanitaria se utiliza como “motor de cambio”, en Caracas se libra la verdadera batalla, “una guerra fría” destinada a una sublevación por parte de las fuerzas armadas, las únicas capaces de tumbar a Nicolás Maduro.

El ultimó en pronunciarse fue un “pez gordo” dentro de la Cúpula Militar aunque su pasado es también oscuro, como casi todos los altos mandos. Hugo Carvajal, ex encargado de Inteligencia Militar Venezuela y una de las figuras más conocidas del gobierno de ese país, anunció su respaldo a la oposición y llamó a Nicolás Maduro un dictador cuyo círculo cercano está lleno de corruptos que ha tratado con el narcotráfico y cortejado al grupo militante Hezbolá.

Hugo Carvajal, de 58 años y quien es diputado del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, exhortó a otros militares a romper filas con el presidente antes de una jornada de probable tensión este sábado, en la que los opositores buscarán pasar ayuda humanitaria por las fronteras frente a un bloqueo ordenado por Maduro.

“Ya ha sido más que suficiente”, dijo Carvajal en un comunicado y en un video dirigido a Maduro, publicado el jueves 21 de febrero. “Has asesinado a cientos de jóvenes en las calles por reclamar los derechos que les robaste. Eso, sin contar todos los fallecidos por la falta de medicinas y de seguridad”.

“A los generales”, añadió, “¿cómo es que, teniendo el poder de dejar ingresar la ayuda humanitaria internacional a nuestro país para salvar vidas, decidirían no hacerlo? ¿Serán tan inhumanos? ¿Están tan hipnotizados?”.

Sus declaraciones fueron hechas en medio de una ola de deserciones de funcionarios del gobierno, incluidos oficiales de la fuerza aérea, diplomáticos, agregados militares e integrantes de la Guardia Nacional Bolivariana. El rompimiento con el régimen de un hombre que alguna vez protegió los secretos de Maduro como jefe de inteligencia, aumenta la presión hacia el presidente tan solo tres días antes de la posible confrontación sobre el paso de la ayuda humanitaria en la frontera con Colombia.

Las acusaciones de Carvajal también van un paso más allá: Dijo estar dispuesto a entregar pruebas en contra del gobierno de Maduro con tal de que este caiga. También constituyen una valiosa arma para la oposición, que durante años ha indicado que el círculo cercano del presidente tiene lazos con narcotraficantes y milicianos.

El lunes 18 de febrero, el gobierno estadounidense de Donald Trump lanzó la advertencia a oficiales militares para que abandonen a Maduro a más tardar el fin de semana o lo “pierdan todo”. Esto fue una escalada del respaldo estadounidense a Juan Guaidó, líder opositor que se juramentó presidente encargado y ha prometido entregar la ayuda humanitaria a partir del 23 de febrero en contra de la voluntad de Maduro. Muchos de los partidarios de Guaidó dicen que están preparados para irrumpir en el puente fronterizo para destrabar el bloqueo.

Carvajal, quien se retiró del servicio de inteligencia en el 2012 después de casi diez años de servicio, contó en entrevista el funcionamiento interno de un gobierno en el cual aseguró que el narcotráfico y la corrupción son comunes y manejados por figuras de alto nivel como Néstor Reverol, ministro del Interior; Tareck El Aissami, ministro para Industrias y Producción que antes fue vicepresidente, y el mismo Maduro.

“El que combate la droga al final termina traficando también”, dijo en referencia a los oficiales venezolanos que han sido imputados o sancionados por Estados Unidos.

Sin embargo Carvajal, el ex jefe de contrainteligencia militar de Venezuela aparece en las investigaciones estadounidenses por tráfico de drogas. De hecho evitó ser extraditado desde Aruba por esos cargos en 2014 y, además, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por haber ayudado a grupos guerrilleros colombianos a traficar cocaína. Esta podría ser por tanto, una manera de limpiar su pasado y entrar en la nómina del Imperio.