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Merkel cesa al jefe de los espías por dudar de «la caza al migrante»

Cuestionó la veracidad de un vídeo sobre la violencia ultra contra los extranjeros en la ciudad de Chemnitz.

Hans-Georg Maassen, en una imagen de la pasada semana. (Bernd von Jutrczenka/dpa via AP)
Hans-Georg Maassen, en una imagen de la pasada semana. (Bernd von Jutrczenka/dpa via AP)larazon

Cuestionó la veracidad de un vídeo sobre la violencia ultra contra los extranjeros en la ciudad de Chemnitz.

Hans-Georg Maassen, el controvertido jefe de los servicios secretos alemanes internos que puso en duda la veracidad de un vídeo de persecuciones de neonazis a extranjeros, fue relevado ayer por la Gran Coalición que gobierna Alemania.

Tras una reunión de casi dos horas, Angela Merkel, el presidente de la bávara Unión Socialcristiana y ministro de Interior, Horst Seehofer y la presidenta del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles acordaron lo que la prensa germana tildó como «un acuerdo de mínimos» ya que lejos de quedar relegado, Massen pasará a ocupar ahora una secretaría de Estado en el Ministerio de Interior. «Casi un elogio» para la revista «Der Spiegel» que destacó como lo acordado es «algo completamente benigno» ya que Maassen no solo estaba bajo la presión de la oposición y de buena parte de la ciudadanía, sino sobre todo del SPD que llegó incluso a poner encima de la mesa la posibilidad de romper el acuerdo de gobierno si Merkel no tomaba una decisión determinante.

El ejecutivo federal trata de esta forma de poner fin a la polémica suscitada tras unas declaraciones al diario «Bild», en las que Maassen como director de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) puso en duda que hubiera habido cacerías de extranjeros por parte de ultraderechistas, así como la autenticidad de unas imágenes que documentaban los ataques que tuvieron lugar las últimas semanas en el país, contradiciendo así a la propia canciller.

Pero en vista de la reacción de la oposición, todo apunta a que la crisis en la esfera política solo haya hecho que auspiciarse. La jefa del grupo parlamentario de Los Verdes, Katrin Göring-Eckardt, fue una de las primeras en manifestarse para criticar como alguien que mostró sus simpatías hacia el partido populista Alternativa para Alemania (AfD) «ha sido recompensado en vez de ser castigado».

El líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, aseguró por su parte que lo decidido es solo una prueba más de que «la coalición no tiene ni línea ni principios». No obstante, las declaraciones más relevantes fueron las de la vicepresidenta de AfD, Beatrix von Storch, que aludió a una «caza de brujas» y aprovechó para defender que Maassen solo dijo «la verdad». Por el momento no se anunció quién va a ser el sucesor de Maassen. Sin embargo, en los círculos conservadores se habla de que el actual secretario de Estado Hans-Georg Engelke, del Ministerio del Interior, habría mantenido conversaciones a principios de semana para ser el nuevo jefe de la Inteligencia alemana.

Desde el Gobierno se informó también de que Maassen no será el responsable de supervisar los servicios secretos desde el Ministerio de Interior, aunque Seehofer aprecia «su competencia en cuestiones de seguridad pública». Para Maassen el cambio representa incluso un ascenso a un grado superior. Durante el fin de semana, Merkel habló por teléfono al respecto con los principales miembros de su coalición y según informó el lunes el diario alemán «Die Welt», la mandataria alemana cree que Maassen ya no podía seguir al frente de la Inteligencia del país al interferir en la política.

No obstante, la violencia en Chemnitz ha puesto de manifiesto las profundas divisiones en Alemania sobre la decisión de Merkel de abrir las puertas del país a un millón de personas que en busca asilo en 2015, principalmente musulmanes de Siria, Irak y Afganistán.